Es escalofriante cuando Candy está embarazada y con el mono, es la mejor escena de la película, sin duda; es la parte extrema de la interpretación, que hasta ahí no te transmiten por sus caras lo que son.

Y es que ese es el problema, que sobretodo Heath no te transmite que sea un yonki. El maquillaje, debería de estar sin afeitar, mucho más seco, pálido, los dientes no tan enteros...Solo al final se acerca un poco, peor no me he llegado a creer en ningún momento que lo sea. Por ejemplo, eso fue lo que me maravilló de Dustin Hoffman en Rain Man, que te llegas a creer que sea autista. Y es que hay una característica común en los yonkis, que les gusta poco afeitarse y están en los huesos.

Las escenas de las jeringas son asquerosas, y una verdaderamente cruel es cuando se folla al de la tienda, qué fuerte. Luego ya con la naturalidad que ejerce la prostitución para mantener a su noviete inútil, es muy triste esta película.