Abre los ojos me ha supuesto una grata sorpresa. No esperaba mucho de la película de Amenabar, es más, siempre me pareció un director de lo más sobrevalorado. Sin embargo, tras finalizar la película, he sentido un torrente de sensaciones contradictorias.

Si bien la trama de la película me ha parecido de lo más atrevida, original e interesante que haya logrado el cine español, por otro lado existe cierto tufillo cutre que no puedo obviar. Ese tufillo cutre lo aportan principalmente las interpretaciones de Noriega y Penélope.

Podríamos establecer 3 partes en esta película. La primera es la introducción, un mero pasatiempo adolescente que adolece de las interpretaciones penosas de los arriba nombrados. La segunda es el nudo, donde se desarrolla toda la intriga y carga dramática del film y la tercera el desenlace.

La mejor, sin duda, es el nudo. La introducción es un tedio que hay que soportar para avanzar en el film y el desenlace... bueno, es atrevido y más que correcto, de eso no hay duda, pero el modo de enfocarlo, los diálogos, las explicaciones... todo da esa sensación cutre arriba nombrada.

Por lo tanto, si bien la película me ha encantado, no puedo otorgarle más de un notable por lo anteriormente dicho. También reafirmar lo que he leido en otras críticas, estos actores y el cine español en general peca de unos diálogos en que no se vocaliza, costando sobremanera seguir lo que se dice, mención especial para Eduardo Noriega en este apartado.