El espantajo humano de Elijah Wood, esta especie de gnomo-actor, de aspecto tan desagradable, descubre, valiéndose de un telescopio de juguete, un meteorito que está llegando a la tierra; al parecer en la NASA estaban de joda o son medio pelotudos. A partir de aquí el enano-héroe sabe antes que nadie el destino funesto de la raza humana.
Otro detalle idiota, es cuando el trozo de roca impacta sobre el mar (por supuesto que impacta sobre el mar norteamericano, no vaya a ser cosa que el meteoro caiga en algún mar tercermundista), y una enorme ola se abate sobre la playa. Detalle ridículo el del viejo que se queda junto al marimacho de la hija para ser arrollados por la masa de agua. Pero lo supera otro detalle más pelotudo aun, y es cuando el valiente chichón del suelo huye con una motito de garcha con el loro barranquero de su novia (Leelee Sobieski) hacia una montaña ubicada a unos kilómetros del mar. ¿No es raro que el único lúcido haya sido "medio polvo"? ¿Y las otras personas que esperaban, huir de la ola de mil metros de altura con un autito modelo "87"? ¿Me están jodiendo carajo?.
Desde chico sueño con olas inmensas, tan grandes que cubre el cielo, filtrando una luz verdosa y cayendo con violencia sobre la arena. Cuando me enteré de esta película agradecí realmente ya que me cumplía de alguna manera la tremenda visión de mis pesadillas. Si esta cinta hubiese durado quince minutos (quitando las estúpidas partes mencionadas) nos hubiera quedado una ola gigante, unos efectos medio pelo y nada más. Pero la directora quiso inflar demasiado y agregar al simple hecho de una catástrofe natural, complicaciones de carácter dramático poco creíbles y una sosa historia de amor, que involucra al "medio polvo´y a la rubia "cara con manija".

Palabras claves: Forrada, pelotudez, subestimar al público, maquetas, olas por computadora, un carajo de argumento, etc.