Partimos de la base de que A Scanner Darkly ha intentado ser llevada a las pantallas en MÚLTIPLES OCASIONES. Incluso el originalísimo Charlie Kaufman escribió un guión para un filme que jamás vio la luz.

¿Y cómo le ha salido el filme a Linklater?

Redondo. Para ser sinceros. Desconozco si es el método de filmación (que por cierto cuadra con la atmósfera extraña y depresiva del filme) o por un guión bien cuadrado, con ingenio y con un par de personajes que sin ser un adalid en cuánto al desarollo, salen del paso de una manera creíble y decente.

Lo que más me sorprende del filme es la gran capacidad que tiene para de una manera bastante simple, retratar la historia de esos drogadictos que al final se pueden pasar todo el día sin hacer nada. Únicamente estar por estar, pues no tienen nada que hacer.

Los personajes, sin ser nada del otro jueves, son cuánto menos adecuados al entorno y realistas. Destaco a Keanu Reeves y Winona Ryder. Reeves tiene desde luego el personaje más descorazonador y agrio del filme mientras que Ryder está más que notable con esa yonqui de la que Reeves se enamora.

La trama es cuánto menos curiosa y tiene incluso algunas subtramas (la frustración sexual de Reeves porque su novia es una yonqui) que hacen que la película se haga amena. Escenas como Reeves explicando por qué dejó a su familia (el exacto momento) y ver el cambio de como ha acabado...A UN SERVIDOR LE PARECE COJONUDO. Y es que el de Keanu aquí, es un personaje SECO y DOLOROSO de ver.

El método de filmación, como si fuesen dibujos, hace que las partes más surrealistas o los efectos que pudiesen ser más complicados si se hiciese de otra manera, cuadren, funcionen y den el pego.

Es una película con unos diálogos notables, unas actuaciones a la par, que pese a parecer que no cuenta nada, cuenta más de lo que uno cree y que visualmente es algo diferente.

Y lo dice alguien que suele repeler el cine de Linklater. Pero aquí el tipo dio en la tecla. Las cosas como son.