Uuuuuf! Qué borroso tengo el visionado de esta película. Recuerdo que tenía trece años cuando se estrenó, disponía de dos entradas gratis y llevé a una de mis primeras novietas del instituto a verla. Supongo que entramos porque algo nos atraería del cartel o porque no habría otra cosa que nos llamara la atención (lo más probable).
Puedo prometer y prometo, que no hicimos manitas hasta mitad de la peli, cuando ya estábamos bastante aburridos de lo que veíamos. Claramente no es una peli para niños (o al menos para los de hace más de quince años) y, aunque no he vuelto a verla -seguro que hoy le encontraría un significado que en su momento no pude-, lo único que recuerdo son desavenencias, peleas y sentimientos encontrados entre un clan familiar marcado por los resentimientos a lo largo de los años y a una chica bastante atractiva de rasgos hispanos montándoselo con un actor, al cual no pongo cara en este momento, tras los matorrales de un descampado. Seguro que nunca volveré a verla actuar, pensé. Sí, fui un ingenuo, pero: ¿quién me iba a decir a mí, que la vería unos años después cargándose a una anaconda gigante, estrenando con éxito una peli tras otra, sacando discos como churros y con su propia colección de ropa y perfumes?

- Lo mejor: os lo contaré cuando vuelva a verla.

- Lo peor: como en su momento no me gustó, no he querido revisionarla. Pero lo haré... algún día.