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España España · Iruña-Pamplona
Voto de Santiles:
5
Drama Tras abandonar Dogville, Grace se dirige con su padre a Manderlay, una plantación de Alabama, donde ambos son testigos de los horrores de la esclavitud y la segregación. Segunda parte de la trilogía "Visiones de América", en la que el director danés ofrece su punto de vista sobre un país que nunca ha visitado. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2006
11 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta el día de ayer el cine de Von Trier me parecía un derroche de creatividad, uno de los grandísimos, Dogville era impresionante y hasta en 5 Condiciones -una rareza- demostraba su condición estratosférica. También hasta ahora su mensaje de fondo me resultaba interesante y transgresor.
Tampoco me parece igual criticar a Bush que a las minorías afroamericanas, ni me da lo mismo ser sutil que vanal, ni profundo que superficial: ¿pero de dónde ostias se ha sacado esta historia? No hablo de incorrección política, allá cada cual, me refiero a resultar completamente desproporcionado y pretencioso. Dogville me pareció una fábula demoledora sobre la condición humana y no creí verla más ubicada en los EEUU que en cualquier otra parte. Para Manderlay, al parecer se ha basado en un cuento de sumisión y masoquismo de la Historia de O, y en una historia de un grupo de esclavos que tras ser liberados quisieron permanecer como tales. Pues mira tú que bien, ¿y esto es tu trilogía de América? ¿y esta es tu visión sobre los negros en América? ¿no tenías nada más que decir, es esta historia lo más significativo?
Supongo que habrá desacuerdos con lo que sigue, pero es que además me pareció racista, como si mostrase un darwinismo social y un desprecio, vale el arte es arte y el cine no tiene porqué ser un tratado de urbanidad, pero es que ni uno sólo de los personajes negros mostraba una visión o actitud positiva de su raza. Etnocentrismo puro.
Estupefacto igualmente que quedé con las alusiones a las mujeres y sus deseos de ser perseguidas por tribus o formar parte de harenes, sin palabras, así se empieza y se termina como Aquilino Polaino. Vaya perspectiva de género.
En fin, que tampoco me sorprendió ya la puesta en escena, el montaje tenía fallos clamorosos en algunas escenas, transmitir como Nicole Kidman no es tan fácil y lo que más me gustó el final de los títulos de crédito con la música de David Bowie.
Santiles
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