Recuerdo que cuando vi esta película fue mi padre quien, bajo la recomendación de un compañero suyo que no sé quién es y al que odio con toda mi alma, trajo el DVD de esta soberana y ridícula estupidez sin gracia. Me dijo que, según le habían comentado, te descojonabas con las cosas que hace y dice el ¿detective? protagonista de la película, que era como Torrente. Pues bien, no es que Torrente sea nada del otro mundo, de hecho se puede considerar como mala (hablo de la primera y como mucho de la segunda) pero al menos tiene un toque de gracia, aunque sea simplemente por las pintas de Santiago Segura ya te ves obligado a, como mínimo, esbozar una sonrisa. Aquí no ocurre nada de lo anteriormente citado, y no solo eso, si no que encima es aburrida.

Ningún fotograma merece la pena, es tan mala que si Tyler Durden hubiese empalmado su órgano sexual en alguna escena le habría dado un 2. No soy capaz de describir ninguna escena, no recuerdo nada. Supongo que mi subconsciente en un desesperado intento de borrar toda la mierda visionada decidió eliminar lo que había visto dejando solamente una prueba, de este modo se aseguró de que no volvería a verla. La prueba es una palabra que el tonto de la polla de Ford Fairlane no para de decir: "Increíblebleble". Sabiendo esto, muy perturbado debería estar si decidiese darle otra oportunidad a semejante despropósito.

Siento que darle un 1 es demasiado premio. Realizar películas como esta debería estar tipificado como delito.

Lo mejor: nada.
Lo peor: todo.