Recuerdo meses atrás que en plena pandemia anunciaban constantemente esta película en cines y sufrió algún retraso en su fecha de estreno por lo cual alargaba más la cantidad de veces que la promocionaban en salas y cada vez que veía ciertos compases del tráiler me reía porque no veía síntomas de vocalización en los niños sobre todo, algo que achaca mucha gente y tristemente se generaliza en este país ante el rechazo del cine español.

Pero lógicamente no me quedé ahí, ya que el triste y a la vez irrisorio prejuicio que generó en mí, no deja de ser eso, un prejuicio, por lo cual al ver las estupendas críticas, la temática que siempre me suele llamar la atención más la nominación al goya al actor protagonista me hizo reaccionar inminentemente a favor de verla y comprobar por mí mismo la calidad fílmica.

Terminado el visionado de ‘Uno para todos’ debo reconocer que me ha sorprendido. Es una cinta que transmite valores muy necesarios y que a la vez se siente una obra atemporal. Es cierto que el director Ilundain no tiene mucha personalidad a falta de ver su ópera prima ‘B’ sobre el caso Bárcenas, totalmente distinto a lo que muestra en esta cinta de carácter más juvenil y familiar de forma aleccionadora.
Es cierto que el género de enseñanza suele estar bastante quemado al abordar casi siempre los mismos temas pero la obra de Ilundain cala hondo en el corazón del espectador sin necesidad de manipular a nivel visual o con la música o diálogos melosos para que lloremos a golpetazo limpio. Aquí todo se desarrolla de forma sencilla y a la vez abordando temas complejos como el acoso escolar pero transmitiendo unas capas poco comunes.

Esas capas las desprende el personaje de David Verdaguer que al igual que en otras ocasiones me parece uno de los mejores actores de su generación en el panorama actual en España. Un personaje sufrido que como profesor interino no deja de ser una persona apática con su entorno y su familia y a la vez trata de construir una clase destrozada por el acoso y la venganza de los alumnos ante semejante trato vejatorio.

Me gusta el contraste de esos temas, la naturalidad de los alumnos y sobre todo la entrega de ellos ya que no resultan irritantes para lo que podía parecer. Reflexiona en temas muy interesantes como el perdón ante el acoso y si el acosador será capaz de redimirse, como debe reaccionar las víctimas del acoso si el acosador con el tiempo está pasando por una desgracia, si los actos justifican un mal ambiente en casa, y temas por el estilo.

Todo de forma sutil y enternecedora hace que la película vaya como un tiro, de forma amena y familiar, aleccionadora y con su tinte dramático pero sin pasarse al otro extremo. ‘Uno para todos’ viene para quedarse dentro del panorama didáctico español y espero que en un futuro no muy lejano se ponga esta cinta en escuelas ya que las nuevas generaciones deben aprender el respeto aunque tristemente es algo que no terminamos de aprender los seres humanos.

En definitiva, ‘Uno para todos’ no profundiza mucho en el personaje principal pero deja entrever temas como la soledad, la desesperación y la empatía todo con matices como las enfermedades y el bullying, todo desde un prisma encantador, esperanzador y simpático para generar un ambiente necesario en la escuela, tanto entre los compañeros como con el profesorado.

Pese a forma parte de ese tópico de enseñanza, bullying y colegios tiene una seña propia de identidad y no resulta un plagio como pudiera parecer a simple vista. Recuerda a grandes obras como ‘Los chicos del coro’ y ‘Profesor Lazhar’ salvando las distancias pero se agradece que en este país se hagan buenas películas de enseñanza para que evitemos esos prejuicios no solo contra los compañeros y personas sino también contra nuestro propio cine.

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