No sabía hasta hace nada que James Wan había hecho una película que no fuese de terror antes de Furious 7 pero al parecer sí y era esta poco conocida cinta de suspense con Kevin Bacon como protagonista quien brinda una creible y estupenda actuación. Garrett Hedlund también brilla como antagonista de la historia cosa que no lo hace John Goodman y su inverosímil personaje. Cierto es que si nos ponemos a analizar la cinta tiene errores de coherencia de guión y sobretodo de realismo. La película no hay por donde cogerla si le buscamos el sentido a cada situación llegando a veces a ser risible. Pero reconozco que me dejé llevar y que Wan utiliza el lenguaje musical de forma intensa e intrigante, acorde con el tono oscuro de la cinta, las actuaciones principales como ya dije se les ve que pusieron mucho empeño, véase a Bacon en la escena de la ducha. Aunque si hay algo que recordaré de la cinta es por su escena del párking donde la tensión y los nervios recaen sobre el espectador, larga e intensa esa secuencia bastante larga. No descarto que contenga una de las mejores persecuciones de la última década en el cine y solo por ello merece la pena ver la cinta. Arriesga en varios compases de la cinta aunque su clímax siendo espectacular no llega a ser creíble.
La cinta no muestra nada nuevo y quizás el material de origen sea bastante flojo debido a su falta de credibilidad pero la tensión, el entretenimiento y sobretodo la calidad de dirección por parte de James Wan es impoluta y eso hay que valorarlo. No te la tomes en serio si no lo quieres pasar mal y acabes insultando a la pantalla por su falta de sentido. Buena.