No he tenido la oportunidad ni el gusto de ver una película bélica, salvo la grandiosa Salvar al soldado Ryan del maestro Spielberg, pero para dos que he visto vale la pena, sobre todo esta obra maestra de otro maestrp llamado Stanley Kubrick. Me ha gustado bastante y he estado toda la película con intriga. Muy entretenida, muy bien dirigida, con unas canciones de lo mejor de esa década y me he hechado unas cuantas risas con el sargento Hartman. Nunca me había parado de reir tanto en unas humillaciones jamás vistas en la historia del cine. Por lo mejor, están Lee Ermey y Vincent D'Onofrio. Todo eso en los primeros cuarenta y cinco minutos, con una serie de imágenes que nunca se olvidarán en el entrenamiento físico duro al teniente patoso. En fin, una obra maestra del cine y sin duda lo mejor del cine bélico.
Nota: 8'6.