Tras tres entregas realmente interesantes como mínimo de este peculiar personaje, nos llega la cuarta entrega donde por fín se dirige a sí mismo por primera vez en esta saga que no volvió a ser lo mismo desde la espléndida primera entrega. La segunda bajó el listón bastante y la tercera lo subió un poco pero es esta cuarta entrega la que ha subido el nivel casi cercano al de la primera y fabulosa entrega de Don Siegel. Clint Eastwood se pone al mando de la dirección con un guión más oscuro y solvente, con sus particulares toques de humor con lo del perro y diálogos realmente divertidos pero con una historia a la altura, intensa, quizás previsible pero trepidante y sin excederse en la duración. Eastwood deja planos para la posteridad como la escena en la feria entre las sombras. La banda sonora vuelve a brillar, la historia vuelve a interesar y aunque no sea tan arriesgada y valiente como lo fue su predecesora tiene algo especial que la hace superar a las dos anteriores y es que no hay una mediocre actuación y un humor insulso como sucede en las otras. Los personajes están bien interpretados, cada uno en sus roles y la historia no es surrealista en cierto modo aunque tenga sus convencionalismos imborrables.
En definitiva, Impacto súbito me ha parecido la segunda mejor de la saga, divertida y oscura a la vez, muy bien dirigida y con un gran clímax, no faltan los grandes diálogos ni el carisma de Eastwood para solventar una trama poco original pero bastante atractiva.