Sin duda, esta nueva película animada de Pixar te llega al alma. Nunca mejor dicho. No es que te atrape ya desde el principio, pero una vez te metes dentro de ella, te hace tuya hasta el final. Un inicio normalito que va a más. Esto es terminar un año de forma muy positiva, porque estamos ante una obra maestra. Al menos, para mí lo es. Visualmente, Pixar se va superando con cada film que hace y con esta "Soul" ha puesto todo su corazón y alma en ella, y la ha hecho suya. Maravillosa en cuanto a animación y a un guión sencillo y sin complicaciones. Cuando se ha terminado (se hace corta, se acerca a los cien minutos), no os engaño si os digo que me he puesto a aplaudir. Y es que se lo merece. La banda sonora, la partitura de Trent Reznor y Atticus Ross (junto a las notas de Jazz de Jonathan Batiste) encaja como un guante en toda la trama y es perfecta. Es una lástima que no se haya estrenada en una pantalla grande, en una sala de cine, porque es enorme como ella sola. Los personajes te llegan a tocar la fibra sensible, sobretodo ese personaje llamado 22, que al principio es irritante, pero a medida que avanza la trama te acabas encariñando con él. Quiero dar las gracias a todo el equipo de Pixar y Disney, y a los directores Pete Docter y Kemp Powers, por traernos a una joya como ésta. Mi nota final es de 10.