Revisionada hace poco, la verdad es que me ha gustado más que cuando en cine en su estreno. Es una película de serie B bastante impactante y que bebe de títulos del fantástico como La Invasión de los ladrones de cuerpos, La Cosa y Alien. Nathan Fillion y Elizabeth Banks en la cabeza del reparto en la piel del Sheriff de un pequeño pueblo llamado Wheelsy y de una pobre chica casada con un hombre despreciable, respectivamente. Un pueblo tranquilo que de golpe y porrazo le caen del cielo unos meteoritos que traerán la locura y la muerte. Junto a estos dos actores podemos ver, entre otros secundarios, a Michael Rooker, el conejilo de indios y con el que se empieza todo el lío, Gregg Henry como el cachondo alcalde que no para de soltar perlas cuando habla y Jenna Fischer como una de las empleadas del personaje encarnado por Fillion.
No es de estas películas de dar sustos a cada momento, son de esas asquerosas, hay algun que otro susto ocasional, pero nada más. Se visiona con ganas, para pasar un muy buen rato divertido. Los efectos especiales se dejan ver, algunos que cantan, pero en general están muy bien trabajados. Hay dos momentos en especial (ver spoiler) que están para enmarcar.
Y el film parece que no fue muy caro de rodar. Su presupuesto fue de 15, 5 millones de dólares, pero en taquilla no cuajó muy bien. De todos modos, me parece con mucho mérito, ya que otras producciones de este estilo, mucho más caras, y no consiguen lo que ha hecho esta cinta.
Y repito, bien merece un visionado, ya sea solo o acompañado.