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Voto de antonalva:
6
Thriller. Acción Carlos, ejecutivo de banca, comienza su rutinaria mañana llevando a sus hijos al colegio. Cuando arranca el coche, recibe una llamada anónima que le anuncia que tiene una bomba debajo del asiento y que dispone apenas de unas horas para reunir una elevada cantidad de dinero; si no lo consigue, su coche volará por los aires. (FILMAFFINITY)
26 de septiembre de 2015
21 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine español adolece de un mal endémico: cree que los espectadores somos tontos de remate y requerimos que los pocos listos patrios – que son los que hacen cine, claro – adoctrinen, sermoneen e iluminen a los bobos integrales que nos gastamos el dinero en ver sus películas. Porque están convencidos de que somos críos insensatos, pazguatos y cortitos de entendederas que necesitamos que los sabiondos nos lleven de la mano y nos digan qué debemos pensar, ya que somos incapaces de sacar nuestras propias conclusiones o quizás incluso podríamos no ser capaces de distinguir a los buenos de los malos y nos lo tienen que recalcar ellos, para dejar todo clarito y encarrilado, no sea que tengamos ideas propias o que saquemos nuestras propias conclusiones, siempre erradas, claro.

Esta premisa recalcitrante malogra demasiadas cintas que enfocadas con mayor humildad y respeto hacia el espectador – que paga su entrada – podrían llegar a ser buenas cintas de género o interesantes propuestas que quedan en agua de borrajas. Porque estamos ante un filme que contiene el embrión de un buen thriller que se malogra durante la proyección – y sobre todo con la coda final – por un exceso de dirigismo y adoctrinamiento, en vez de contentarse con mostrar unos acontecimientos de forma desnuda y descarnada y dejar que cada cual piense lo que le venga en gana. Pero la libertad es anatema para estos niños mimados por las subvenciones que necesitan depositar su excremento torticero para sentirse superiores y dejar claro quien está al mando del cotarro y en posesión de la verdad.

Hay destellos de buen cine, sobre todo en la dirección llena de garra, nervio e ingenio, creando una tensión cristalina y trepidante que impregna todo el metraje con acierto y desparpajo, con una creatividad y arrojo dignos del mejor cine de acción, que atrapa al espectador desde el inicio y lo lleva en una montaña rusa de emociones y riesgos dignos de alabar y muy meritorio. Pero el guión está lleno de agujeros, simplezas, argucias y falsedades (carece del más mínimo conocimiento del mundo financiero, desconoce la realidad del día a día de sus personajes y atiborra de ideario reduccionista y manipulador los giros argumentales más descabellados). Y esta descompensación acaba por pasar factura y desvirtúa el resultado final.

Ni siquiera las excelentes composiciones de Elvira Mínguez y de Luis Tosa consiguen salvar los desatinos. Un poco de modestia y recato le hubieran venido bien a la cinta, que se queda muy por debajo de su potencial. Una pena.
antonalva
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