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Voto de antonalva:
9
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia Riley es una chica que disfruta o padece toda clase de sentimientos. Aunque su vida ha estado marcada por la Alegría, también se ve afectada por otro tipo de emociones. Lo que Riley no entiende muy bien es por qué motivo tiene que existir la Tristeza en su vida. Una serie de acontecimientos hacen que Alegría y Tristeza se mezclen en una peligrosa aventura que dará un vuelco al mundo de Riley. (FILMAFFINITY)
19 de julio de 2015
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se trata de una película para niños – al menos no solamente ni siquiera principalmente. Tras un primoroso envoltorio de entretenimiento infantil encontramos un excelente estudio de las complejidades de la vida, de los múltiples matices de la existencia, de las añagazas del crecer, de la diversidad de la experiencia y de la ductilidad para adaptarnos a los avatares que nos toca vivir en cada momento. Es una comedia fantasiosa, extraordinaria y a ratos delirante, pero en cualquier caso estamos ante una gran película, por cualquier baremo por el que se la mida, juzgue o analice.

Es un placer toparse con semejante compendio de virtudes cinematográficas y emocionales. Tanto la descripción de los personajes – simple, sencilla, directa y básica, pero infalible y certeramente inapelable – como en la trama – de una llaneza y candidez exuberantes del todo precisa y eficaz que proponen un relato transparente y atractivo, centrado en una niña pero de validez paradigmática y universal. Además nos ofrece una narración que abarca varios planos: el mundo emocional interior de la niña protagonista (y de algunos otros de los personajes que pueblan la cinta), así como el devenir ‘externo’ y tradicional del conjunto, lleno de humor, amor al detalle, lleno de memorables hallazgos y frenéticamente entretenida.

Contiene las mejores virtudes de Pixar: ingenio sin límites, imaginación desenfrenada, un ritmo trepidante que consigue abordar un sinfín de propuestas en un metraje acotado, belleza visual y perspicacia observadora, repleta de ideas y sugerencias, sin un solo momento de desfallecimiento ni de tregua, pletórica luminosidad embaucadora sin fallos detectables ni peros dignos de mención. Da gusto encontrar una película tan redonda, tan bien diseñada, ejecutada y acabada, que se toma en serio lo que dice y cómo lo dice y no toma al espectador como a un retrasado mental al que hay que adoctrinar o convencer de nada, sino que nos invita a un esparcimiento sin fisuras, adulto e inteligente, tan válido para niños como para mayores de cualquier edad.

Con toda justicia va a cosechar – cuando sea el momento – una muy justa pléyade de premios y menciones porque es una propuesta redonda y sin fallos. Y sobre todo se merece ser un éxito de público y no sólo de crítica, porque es entretenidísima, muy divertida y original, llena de contagiosa simpatía y hallazgos inolvidables (por ejemplo, los memorables títulos de crédito finales es un resumen de algunas de sus muchas virtudes). En definitiva: hay que verla. Sería una lástima que algún trasnochado prejuicio les haga perderse una de las mejores películas de la temporada.
antonalva
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