Al contrario que otras producciones de la más diversa índole, no solo de superhéroes, que abusan del humor, usándolo a destiempo, sin control, en exceso y de forma desafortunada, estropeando así demasiados momentos con una importante carga dramática, en Shazam tenemos claro desde el minuto uno el tono que tendrá la película. La broma y la comedia no entran con calzador, forman parte de la historia de forma que el espectador lo asume sin que los momentos cómicos supongan en ningún momento traba alguna que te saque de la historia. Es, en definitiva, una película de superhéroes con el humor y la comedia como omnipresente telón de fondo, y esa es la predisposición que debemos tener a la hora de afrontar las dos horas de la película.

Tras ver el tráiler tuve claro qué sería lo que me ofrecería Shazam y precisamente por eso no me decepcionó. Es una película más bien orientada a un público infantil, y no por la presencia de niños en ellas, sino por el mencionado tono de comedia que irradia todo el filme, en una historia en la que hay héroes y villanos pero todo tratado de una forma tan blanca y suave que quien espere profundidad en el argumento, los diálogos o el guión, saldrá lógicamente escaldado. Teniendo claro qué nos vamos a encontrar tenemos aseguradas dos horas de entretenimiento que podemos compartir con nuestros hijos pequeños sin miedo a que sufran ningún tipo de trauma.

No entiendo calificaciones de 1 o 2 puntos, algunas de ellas argumentando que la película es para niños de 10 años. ¿Qué clase de argumento es ese? Una película no es buena o mala por el público al que va dirigida. Poco valor deberíais darle a esas valoraciones, y es que no hace falta ser muy perspicaz para entrar al cine a ver Shazam esperando ver una suerte de primera entrega de la triilogía de Batman de Nolan.

Shazam es honesta, está bien hecha, con una gran banda sonora, ritmo y producción y por ello se merece mi 7 como valoración. Podrá gustar o no, decepcionar o no, pero nunca puntuarla por debajo de 5 usando como argumento lo que nos habría gustado ver o lo que esperábamos al entrar al cine, porque cualquiera, con un mínimo de sentido común, debería tener claro y sin lugar a dudas qué es y qué no es Shazam y, no, no es Aquaman, Wonder Woman ni, afortunadamente, Batman vs Superman.

Si aún os queda algo de ese niño que todos llevamos dentro debéis darle una oportunidad en cualquier momento en que queráis abstraeros de la realidad con la única y sana intención de pasar dos horas de entretenimiento. Olvidad las casualidades, que haberlas haylas, las incongruencias, que existen, o las incoherencias, que tampoco faltan. Vedla sin más pretensión que la del entretenimiento por el entretenimiento y la disfrutaréis de principio a fin.

Un saludo.