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Voto de EuTheRocker:
8
Drama Basada en la vida real de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego, al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Empezó entonces a tomar AZT, el único medicamento disponible en aquella época para luchar contra tan terrible enfermedad. (FILMAFFINITY)
16 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Querido Matthew McCounaghey, o Ron Woodrof, o Rust Cohle, o Mud. No se por cual de sus muchos nombres en el 2013 llamarle. Quizá el que más justicia le haga sea el de ACTOR. Así escrito, con mayúsculas doradas, como la de la estatuilla que le ha confirmado como el mejor intérprete del pasado curso cinematográfico; algo digno de mención teniendo en cuenta la calidad de las producciones que han paseado por las carteleras.

Le escribo para hablarle de "Dallas Buyers Club", la guinda al pastel de un año que difícilmente podrá olvidar. Una película áspera, de las que se atragantan por sus amargas dosis de realidad. Un retrato que va más alla de una enfermedad para desnudar los entresijos de una industria, la farmacéutica, corrompida por el dinero y podrida por la avaricia. Un relato vertebrado sobre el debate entre la moral médica y la ambición genética de una raza, la humana, que no distingue entre sexos ni gustos, solo entre vencedores y vencidos. Espero Matthew que puedas hacer llegar a Jean-Marc Vallée mi enhorabuena por su excelente gusto al dirigir una película que huye de convencionalismos dramáticos mostrando la realidad de una manera desnuda, sin pretensiones, tratando la historia de tu personaje, Ron Woodrof con respeto y una bien pretendida objitividad, que lejos de convertir la narración en un conjunto frío de imágenes, permiten al espectador involucrarse en una historia marcada por la desgracia, que ataca a los sentimientos más profundos desde sus desgarradores vistazos al abismo de la corrupción humana. Aunque existan momentos previsibles, la intensidad de la historia apenas decae en sus casi dos horas de duración.

Espero Matthew que puedas contactar también con Jared Leto, ese actor, cantante, modelo y a saber que mil cosas más, que con su papel en "Dallas Buyers Club" consigue ir más allá de la transformación física que su personaje exigía, para dar vida a un desolador Rayon obligado a vivir en la fina línea entre la vida y la muerte. Un rostro que demuestra en todo momento la voluntad por comprender una realidad que asola a muchos antes de tiempo, y de la que no siempre se puede escapar. Leto ha conseguido una interpretación deslumbrante que junto con la del resto del reparto de la película, justifican de por sí la notoriedad de una cinta de medios modestos e impecable factura.

Pero sin duda, el motivo principal de esta carta, es la admiración que tú has conseguido despertar en mi. Resulta complicado ir más allá de tu impresionante transformación física para este papel, pero es inevitable olvidarme de ese ejercicio de metamorfosis, para hablar de la excepcional mutación emocional de tu personaje. Ron Woodrof es un personaje grandioso por ir más allá de su decadente imagen exterior; estamos hablando de uno de esos personajes que consiguen, gracias a tu magnífica labor, evolucionar a través del metraje de la película consiguiendo a la vez que los vínculos empáticos del espectador, sufran también un drástico cambio con el devenir del intérprete en la pantalla. Del odio al amor, el camino plagado de matices, es el que lleva a un actor como tú a afianzar en la memoria colectiva un personaje soberbio que cuesta imaginar en la piel de otro actor. Un ejercicio de profesionalidad y pasión por el séptimo arte que se une a tu labor en "Mud", "El lobo de Wall Street" (pequeña aportación, pero icónica), o en la sensacional serie "True Detective", para confirmar que tras la piel de Matthew McCounaughey se esconde un actor de raza. Un estudioso del carácter humano, de sus pasiones y sus tristezas. Qué lejos quedan los descalabros que pudiste tener con comedias románticas de dudosa calidad o películas de aventuras de fallida factura. Un año como el que has regalado en 2013, justifican de por sí toda tu carrera.

Por todo ello, me veo obligado y orgulloso de haber podido escribir estas líneas; porque para un amante del cine, admirar a un actor es enamorarse de sus personajes, y en estos momentos, sólo deseo seguir adelante con mi pasión por tus proyectos. Que la suerte este de tu parte y de la nuestra en lo que este por venir, aunque para siempre nos quedarán joyas como esta película.
EuTheRocker
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