¡¡¡Que Tarantino este con vosotros!!!

Todos: ¡¡¡Y con su filmografía!!!

Hermanos, nos hallamos aquí reunidos para hablar de aquellos que han caído bajo las garras del pecado y la sodomía.

Todos: Amén.

Porque el mal hollywoodiense no afecta a todos por igual. Hay hermanos que compartían nuestra fé, y que se han visto atraídos por las garras de la sensiblería y la estupidez. La comercialidad y la falta de originalidad han atacado su visión del séptimo arte y les han alejado de nosotros.

Algún exaltado: ¡¡¡Malnacidos!!! ¡¡¡Herejes!!!

Tranquilos hermanos, porque muchos son los caídos, pero también muchos son los que consiguen escapar de ese infierno de sodomía empalagosa.

Alguna exaltada: ¡¡¡Aleluya!!!

Aleluya. Eso digo yo. Es de recibo dar gracias, porque hoy podemos hablar de un hijo pródigo que vuelve a los brazos de la originalidad abrasiva. Recordemos como era el hermano Kevin Smith. Un jóven prometedor, que creía en su capacidad para sembrar el desconcierto y el escándalo entre los escépticos, al tiempo que aquellos que congraciados con su dogma, podíamos disfrutar de su creatividad. Obró milagros, que nos otorgaron ilusiones a aquellos que creemos en nuestro señor Tarantino, y sus profetas los hermanos Cohen y Robert Rodríguez. ´

Todos: ¡¡¡Alabado sean sus nombres!!!

Pero la herejía se apoderó de nuestro hermano Smith, y le apartó de nuestra senda, acercándole al infierno del mainstream. La sensiblería y la estupidez sustituyeron su anterior poder milagroso. Y yo os digo, hermanos, que en ese momento perdí la esperanza en él. Sin embargo, hoy se ha obrado el milagro. Porque la palabra del señor es poderosa, y ella ha hecho mella en nuestro hermano. Por eso he vuelto a ver retazos de un milagro en su último acto. Porque "Red State" es el testamento de alguien que sabe que tiene mucho que contar, y aunque por momentos ha olvidado el como, en su fondo se escuchan los ecos de un pasado glorioso. Porque gracias al papel de hermanos como Michael Parks, Melissa Leo o John Goodman, su obra cobra más esplendedor. Y sobre todo porque ha luchado contra el infame demonio que le ha negado su ayuda. Porque él ha decidido volver a sacar la cabeza entre la mediocridad para darnos un legado que merece ser visionado.

Todos: ¡¡¡Amén!!!

Sabemos que poco tiempo le queda al hermano Smith entre nosotros. Hemos comprobado que su camino, está lejos de las grandes obras milagrosas que su pasado merece. Pero por lo menos, tenemos el consuelo de ver que su fé camina más cerca de nosotros que de aquellos que buscan destruirle. Ahora que la mala leche vuelve a sus manos como maná del cielo, espero que su última píldora sea lo que todos deseamos y la parábola del hijo pródigo, cobre en el bueno de Kevin, todo su esplendor.

Todos: ¡¡¡Que así sea!!!