Cuando ví­ esta pelí­cula tení­a 16 años, no sé si actualmente me causarí­a el mismo impacto, pero tengo que decir que es la historia que más sensación en el pecho me ha dejado jamás. Aún tengo muchas pelí­culas que ver de Michael Haneke pero de momento ésta es la que más me ha gustado y gracias a la cual deseo ver todas las demás. Me fascinó por aquel entonces su genialidad para relamerse en el ensañamiento de la más violenta crueldad y su atrevimiento para reflejar la mayor amoralidad posible. Buscando un ejemplo idóneo para que me entienda todo el que haya visto aunque sea una peli en su vida... entonces dirí­amos que este director, consigue que nos corramos con su pelí­cula dotándola de un tono extremadamente erótico, sin llegar a ser pornográfico. Queda la duda de si ahora con 26 años sigo opinando lo mismo o ya no me ´excito´ tan fácilmente.... Apuesto a que sí y que además ahora valoraré ciertas metáforas y detalles técnicos que en mi bisoñez no fui capaz de apreciar.
Prometo volver para contar mi reencuentro. Buah! encima ahora sé quien son Ulrich Mühe y Arno Frisch... qué ganas de verla otra vez!!!!