23 de noviembre de 2019
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que era Carlos Areces quién decía con mucha guasa y mucha mala leche que, en San Sebastián, Cannes y otros certámenes internacionales…, se debería entregar un galardón a la mejor comedia involuntaria. Si esto fuera así, la última película de Ari Aster se los llevaría todos de calle, junto al del guión más pretencioso y el de director más sobrevalorado por la crítica.
Imagen por un momento que están pasando por una mala época y un amíguete le invita a las fiestas populares de Villarastrojo del Marqués. Una vez allí descubren que los parroquianos tienen por costumbre hacer “puenting” sin cuerda desde lo alto de una especie de roca Tarpeya y, a los que sobreviven, les dan con un mazo enorme en la cabeza — y si esto les parece un poco raro, esperen que aún hay más,,, se forma una cola de gente, así, en plan, quién da la vez, y uno tras otro le van arreando con el puto martillo—. ¿Qué harían ustedes? ¿Quedarse allí consumiendo drogas psicotrópicas o salir cagando leches sin echar la vista atrás? No nos engañemos… “Midsommar” es “Hostel” de Eli Roth pero en plan bonito. La mayor parte de la historia transcurre en espacios abiertos y a la luz del día — ese Sol de Medianoche que da nombre a la película — con los primos de Fernando Arrabal con muchas florecitas prendidas de la barba, la niña Greta y ese buen rollito más falso que la falsa “monea” — que de mano en mano va y ninguno se la “quea” — tan propio de los países nórdicos.
No obstante, si obviamos estos detalles de forma, nos queda la típica película de turistas despistados que no se enteran de por dónde les sopla el aire hasta que es demasiado tarde. El ritmo es muy pausado y, por momentos, se pierde en situaciones que no llevan a ninguna parte. Muchos de los personajes están mal dibujados — el coleguita bocazas del novio de la protagonista, por ejemplo — y desaparecen de escena de una forma que pretende ser misteriosa y acaba siendo una idiotez… de puro obvio. En resumen, “Midsommar” es una película que aporta un par de buenas ideas y esta realizada con cierto pulso cinematográfico. Todo esto, por supuesto. no quiere decir que sea una obra maestra — por mucho que Aster se empeñe en decir que lo suyo es igualito, igualito a Roman Polanski. Sí, lo mismito... —.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El momento "seguimos para bingo" del ritual es para no perdérselo. Sólo faltaban los niños de San Ildefonso dándole vueltas al bombo y cantando el nombre del agraciado. Primer premio: una muerte horrorosa.
la_vida_malgastada_de_Jack
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