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España España · Barcelona
Voto de Rastrero:
1
Acción En un intento por encajar en la nueva ciudad, Jack Tyler (Sean Faris) acepta la invitación de su compañera Baja (Amber Heard) para acudir a una fiesta, en la que acaba inmerso en una dura pelea. Después de ser vencido y humillado por Ryan McDonald (Cam Gigandet), un compañero le habla de un deporte conocido como Mixed Martial Arts (MMA) y le presenta a su mentor, Jean Roque (Djimon Hounsou) que lo acoge bajo su tutela. Con Jean ... [+]
5 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atención a este festival de tópicos: adolescente de pasado genérico cuyo padre fallecido era un triunfador, se cambia de ciudad y entra nuevo en el colegio, se fija en la rubia maciza estandard de todo colegio estadounidense (que listo el chaval, no hay huevos de quedarse prendado de la gorda uniceja del laboratorio, ¿eh?), que a su vez es la novia del malote popular del insti, el cual se encara con el nuevo al cual siente la necesidad de humillar por vete a saber tú que razón (debe de haber alguna ley no escrita en la cual el lider guay popular del instituto se tiene que encara siempre con el protagonista, el cual siempre le acaba dando una lección y lo deja humillado en el suelo, meándose en su popularidad y zumbándose a la que hasta ahora era su novia). En fin.

Total, la rubia cañón chorrea con el prota, así que lo invita a la típica fiesa en la mansión del malo maloso. Este acepta y asiste (ay pardillo! ¿que no ves que la cosa terminará mal? ¿No has visto suficientes peliculas americanas de adolescentes para saber que eres carne de cañón y que el malote te acabará sodomizado y acabarás en el jardin apalizado y ahogándote en tu propia pota?), y mientras se piensa que se esta integrando en este maravilloso grupo cool de modernillos, el malvado-lider-popular-atractivo-del-instituto se encara con él (hace bien, está en su casa y puede hacer y decir lo que le salga del cimbrel. La pregunta es, ¿qué ostias hace el prota en casa de alguien que le odia y desprecia? ¿Intentar cepillarse a su novia? ¿Y este capullo es el bueno?) y le provoca recordándole el avanzado estado de descomposición de su padre para finalmente acabar dándole una paliza. ¿Quién se lo podia imaginar?

Así que el protagonista decide entrenar duramente para poder tirarle del pelo y darle con el bolso al malo. Su mejor amigo, que evidentemente en tan original historia no podia ser mas que el típico marginado anormal al que nadie tocaria ni con una jabalina, le lleva a un gimnasio donde le presenta a un maestro para que le enseñe a dar patadas voladoras. El sensei negro musculado (que es un puto pringao que duerme en el mismo gimnasio como si fuera un puto vagabundo) accede a darle clases porque evidentemente ve un potencial oculto en el protagonista.
Eh, un momento. ¿Potencial? ¿En él? Cuantas dioptrías, minusvalías y disfunciones hay que tener para ver algo en semejante payaso? Porque hasta ahora no he hablado del protagonista, pero lo cierto es que es un auténtico pedazo de gilipollas. No un gilipollas de esos que dices "oh, es tan bueno, tan noble, tan justo, tan correcto y huele a nubes, que es un puto gilipollas", no no. Es un gilipollas porque es un chulito vacilón, mononeuronal, hueco, rebelde-sin-causa, y simple y llanamente imbécil. De hecho, con este perfil el malo deberia ser él y no el otro pobre corderito al que le quedan 30 minutos de película para ser vilmente humillado por este subnormal. El típico gilipollas al que te encantaría verle desangrándose en la calzada agonizando y suplicando para que le des el golpe de gracia y asi terminar con su sufrimiento, pero aun así no lo haces, y sacas el movil para inmortalizar el momento mientras le usurpas las tarjetas de credito de la billetera. Porque se lo merece, se pasa toda la película actuando como un puto cretino. Hijo de mil putas.

Por eso es ridiculo comprobar como el sensei y la rubia no han enviado al carajo a este parapléjico mental desde el primer encontronazo, y te preguntas por qué en vez de seguirle el juego no le han escupido en la cara y molido a ostias. La verdad es que pensaba que con lo imbéciles que son los secundarios y lo tópica que es la pelicula, tenian todas las papeletas para terminar muertos para así hacer enfurecer al protagonista para convertirlo en un super saya o algo y que se cargara a medio instituto, pero nada. Ah bueno si, a su mejor amigo le dan una paliza, ¿pero a quién cojones le importa ese gilipollas?

Total, que se acerca el final...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Rastrero
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