El juez de David Dobkin es una drama judicial y familiar basado en un brillante abogado, que vuelve a su casa para el entierro de su madre y al día siguiente descubre que su padre es sospechoso de un atropello. Dirigida con un ritmo paulatino y con un estilo personal que no solo se centra en la trama sino también en todo lo que la rodea, es una obra que se adentra en las personalidades de los protagonistas, en su cinismo y forma de ser para dar juego al espectador de moralidad y justicia según el punto de vista de este, concluyendo un digno film que cumple con sus intenciones y atrapa sutilmente al público, aunque podría haber sido mucho más.
La fotografía es lumínica y está bien cuidada en detalles evocadores e idóneos que concluyen un señalado trabajo que luce aún más el film en sus imágenes espléndidas. La música es bella y nostálgica en su mayoría, con sonidos dinámicos y emotivos que acompañan el film con profundidad y encanto según la acción en un estupendo trabajo que marca la reconocible mano de Thomas Newman. Los planos y movimientos de cámara consuman un digno trabajo visual a través del uso de los aéreos, cámara en mano, reconocimiento, seguimiento, avanti, retroceso, primeros planos, subjetivos y plano-contraplanos que sacan lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son auténticas y genuinas. Como protagonistas Robert Downey Jr está cínico y profundo en su interpretación y Robert Duvall está admirable y natural en su personaje, siendo notables los acompañamientos de Vera Farmiga, Billy Bob Thornton, Vincent D´Onofrio y Jeremy Strong entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios elegantes e impolutos que están bien trabajados en matices según el personaje, su lugar y forma de ser, al igual que los pertinentes decorados que te transportan in situ.
El guion, escrito por Bill Dubuque, Nick Schenk y David Seidler, es profundo en su modo de indagar en sus oscuros personajes para atrapar con ello al público, exponiendo varios giros argumentales que hacen el film más atractivo y cautivador para los seguidores del género, rematando una historia notable pero que se le podría haber sacado más jugo si se le hubiera añadido más pasión a la trama. Esto se lleva a cabo con una narrativa insidiosa e insinuante que deja bien claro desde el principio las relaciones entre los distintos personajes que arrastran espinas en sus vínculos desde hace años. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido pero con algunos flash-backs imaginativos para situar al espectador en la trama del film.
En conclusión, la considero una obra portentosa en su exposición de la trama y los personajes para acaparar la atención del público amante de los dramas bien trabajados y los films basados en indagaciones y juicios. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, vestuarios y narrativa que convierten a El juez, en un film destacable y en cierto modo brillante que podría haber sido más si se le hubiera añadido algo más de pasión.