El desafío de las águilas de Brian G. Hutton es un film bélico de acción y aventuras del espionaje en la segunda guerra mundial en el que un grupo de élite de soldados aliados se infiltra en las líneas enemigas para rescatar a un general americano. Dirigida con un ritmo sosegado en la trama y vertiginoso en la acción y con un estilo particular que se centra en los giros argumentales inesperados, es una obra enrevesada en su historia que gusta ver a los amantes del género al tener un estilo propio que no deslumbra todo el rato eso sí en su visionado, concluyendo un digno film en su género que sin ser imprescindible cumple con lo que se espera de él.
La fotografía es evocadora y está bien cuidada en detalles estimulantes que cumplen con una labor portentosa en la acción y bien cualificada en un trabajo estéticamente bien logrado. La música es inquietante y enardecedora gracias a unos ritmos que añaden intriga y alientan en las escenas arrolladoras, acompañando eficientemente el film en los momentos oportunos. Los planos y movimientos de cámara consuman una bien trabajada labor técnica a través del uso de los planos nadir y cenital, primeros planos, aéreos, plano-contraplanos, panorámicos, seguimiento, avanti, subjetivos, generales, reconocimiento y cámara en mano que saca lo mejor de las interpretaciones y de la acción.
Las actuaciones son auténticas e irreprochables. Como protagonistas Richard Burton está remarcable en un admirable papel concluyente y Clint Eastwood está apropiado en su labor bastante alejada del hombre sin nombre que acababa de bordar, siendo acertados los acompañamientos de Mary Ure, Patrick Wymark, Michael Hordern y Peter Barkworth entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos a militares de la segunda guerra mundial según el ejército y tocando también el camuflaje en una espléndida labor que junto con los sugestivos decorados te transportan al momento y lugar en cuestión. Cabe destacar también, los efectos visuales y de sonido competentes en las explosiones de determinadas escenas y en la acción.
El guion, escrito por Alistair MacLean y basado en su propia novela, tiene momentos apasionantes en la segunda mitad que mantienen en tensión al público con mucho acierto, pero para eso tienes que pasar por la primera mitad que es más lenta y tediosa en lo que ofrece, pero en líneas generales el film es cumplidor y merece la pena ser visto por los seguidores del género. Esto se lleva a cabo con una narrativa clásica y educada en su tono militar que gusta escuchar y que muestra maquinaciones y conspiraciones en una correcta y en ocasiones escasa labor. Cabe señalar también, el montaje lineal y seguido que es algo largo en metraje y no se toma prisas para exponer la trama.
En definitiva, la considero una obra notable en el género con una segunda mitad apasionante que mantiene al público en vilo aunque como nota negativa es excesivamente larga para el público en general, pero no para los seguidores del género que verán en ella un film a tener en cuenta. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, efectos, planos, vestuarios y narrativa que vuelven a El desafío de las águilas, un film entretenido y con momentos magistrales que cautivarán a los amantes del cine bélico y de espionaje militar.