Días Contados de Imanol Uribe es un thriller dramático basado en un terrorista de ETA que mientras prepara un atentado conoce a una prostituta drogadicta de la que se enamora, cambiando entonces su forma de pensar en las acciones que comete. Dirigida con un ritmo activo pero que no se toma prisas y con un estilo efectivo y personal al plasmar los bajos fondos y el terrorismo, es una obra con detalles competentes que entretienen y llaman la atención del público con una historia que engancha hasta el público más exigente, concluyendo un film recordable y lúcido que merece la pena ser visto por los buscadores de buenos films españoles premiados con justicia.
La fotografía es alusiva y oscura, cumpliendo con una labor estéticamente bien lograda y sugestivo que desconcierta al público en algunas escenas por su violencia y explosiones. La música es rítmica y estimulante gracias a unos sonidos insinuantes y sugerentes que arrollan al espectador en las escenas de acción, sonando también algunos sonidos insidiosos que añaden intriga a la trama. Los planos y movimientos de cámara consuman una estupenda y bien trabajada labor técnica mediante el uso de los subjetivos, primeros planos, plano-contraplanos, seguimiento, cámara en mano, tercera persona, detalles, avanti, retroceso, generales, panorámicos y reconocimientos que sacan lo mejor de las interpretaciones y su entorno. Cabe señalar también, algunos efectos visuales asombrosos y sobrecogedores en determinada escena que descolocan al público.
Las actuaciones son notables y remarcables. Como protagonistas Carmelo Gómez está cumplidor como terrorista, Ruth Gabriel aporta el toque sexual al film con sus desnudos, Candela Peña está convincente y Javier Bardem está relumbrante en un magnífico papel como yonki, contando también con las buenas interpretaciones de Karra Elejalde, Elvira Mínguez y Pepón Nieto entre otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones comunes y evocadores de la gente de la calle, en especial de drogadictos, yonkis y bandas en una competente labor que junto con los decorados y exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por el director y basado en la novela de Juan Madrid, es sustancioso al colocar a un terrorista que prepara un atentado con las clases bajas de prostitución y drogas para mantener con esa mezcla al público que espera con atención un desenlace algo esperado, concluyendo con esa premisa un digno ganador del Goya en su momento que tiene una buena trama y unas mejores interpretaciones de caras conocidas. Esto se lleva a cabo con una narrativa insinuante y sugerente del personaje según su condición y forma de ser que es algo ordinaria y desde luego expresiva en una notable tarea que te transporta a los bajos fondos. Cabe señalar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo en exponer su trama pero que hace que pase rápido su visionado.
Para finalizar, la considero una obra indispensable en el cine español y digna ganadora del Goya a la mejor película por mezclar con acierto el terrorismo y los bajos fondos, logrando con ello una historia de amor que gusta por su realismo, además del resto de detalles del film que son muy tomados en serio para deleite del seguidor exigente del cine español. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, planos y narrativa que hacen de Días Contados, un film notable y digno de elogio por varios detalles técnicos, dramáticos e interpretativos.