Fanny & Alexander (1982) de Ingmar Bergman es un drama sobre una familia sueca de principios del siglo XX. Dirigida con un ritmo majestuoso y con el estilo íntimo y propio del director, es una obra que trata la muerte, la infancia, la religión, el maltrato y el sexo, construyendo una cinta espléndida que incita al público y se toma su tiempo para presentar a los personajes. Realizada de manera excepcional tiene un resultado eminente que encandilará a sus seguidores y cinéfilos clásicos más profundos.
La fotografía es maravillosa y hace gran uso de los claroscuros en un trabajo repleto de detalles confortantes que te transportan. La música cumple con un sutil pero escaso acompañamiento en algunas escenas con sonidos tristes y clásicos que dan al film un toque lúgubre. Los planos y movimientos de cámara completan un serio trabajo mediante el uso del seguimiento, generales, avanti, retroceso, detalles, primeros y primerísimos planos que dan una lentitud apropiada al film.
Las actuaciones son notables. Bertil Guve muy convincente en su rebeldía y Pernilla Allwin oportuna en su labor, ambos como los protagonistas infantiles, siendo pertinentes las interpretaciones de Gunn Wållgren, Ewa Fröling, Jarl Kulle, Erland Josephson, Gunnar Björnstrand, Harriet Andersson y Allan Edwall entre muchos otros. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones distinguidos que son estéticamente alusivos al igual que los suntuosos decorados, que te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director, es reflexivo y tiene como base las principales cuestiones que más trata el cineasta en sus films. Este se argumenta de un modo sublime al incitar al público con un pesimismo inspirador como tan solo Bergman es capaz de plasmar en una obra. Destaca también la narrativa antigua que es sugestiva y está tratada con un lenguaje impoluto y el montaje lineal y seguido que aunque sea algo largo, deja la huella indeleble del director en él, mostrando una gran historia.
Para finalizar, la considero una obra inolvidable e indispensable en la filmografía de Ingmar Bergman, por su profundidad y por provocar al público con la muerte, la infancia traumática, el maltrato, la religión y el sexo, cautivando a todos sus seguidores en una de sus películas más reconocidas y laureadas al obtener 4 oscars que avalan su calidad cinematográfica. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, montaje, planos, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que vuelven a Fanny & Alexander, un film a tener en cuenta por los cinéfilos más exigentes buscadores de obras serias e incitadoras construidas con mano experta.