Como dirían en un popular programa de radio, la película ha sido " corta y con sifón ", esa es la tónica general de la tercera entrega de Torrente.
Parece que esta vez Santiago Segura ha querido matar el poco honor que le quedaba a un personaje tan mezquino pero a la vez tan entrañable como Jose Luis Torrente para sanear más, si cabe, su economía.
El guíon es pésimo y se hila con sucesivos gags que carecen de chiste.
La original idea que tuvo Santiago Segura de introducir cameos en sus 2 primeras películas ha sido vilmente explotada en esta entrega, hay escenas que sobran, y que simplemente están ahí para sacar en pantalla a sus " amiguetes ".
En las 2 primeras entregas Torrente había tenido como ayudantes a Javier Cámara y a Gabino Diego respectivamente, papeles llenos de ingenio y gran interpretación que en esta tercera entrega se ve emborronado por la pésima actuación de uno de los integrantes del dúo humorístico " Cruz y Raya ".
Me he visto forzado a reirme sin ganas en la película con tal de aprovechar los 5€ malgastados en la entrada.
Me sentía un gran admirador de la saga Torrente y esta película me ha dejado un sabor de boca agridulce, es una película de esas que podríamos calificar como de digestión lenta.
No pasará a la historia del cine español, eso.. seguro.