Ópera prima de Dani de la Torre, que se atreve, nada más y nada menos, con un thriller psicológico de muchos kilates, donde prima la acción y la intriga de no saber qué va a ser lo próximo que va a acontecer, donde el director del banco, Luis Tosar, se enfrenta al dilema de creer si la llamada recibida, repleta de amenazas intimidantes, es cierta o se trata de una cámara oculta que le está embromando, si sus hijos pueden o no salir del coche para ponerse a salvo, chicos irascibles y cargantes hasta la extenuación que no sólo no le hacen caso ni le obedecen, sino que además se permiten darle órdenes a él mismo, percatándose de que está sólo, agobiado por la presión, por la responsabilidad, por sus hijos y su esposa ilocalizables, así como por un compañero de trabajo que se encuentra, al parecer, en su misma situación.

Siendo un director de banco y pidiéndole el desconocido una fuerte cantidad de dinero, y a la vista de la actuación de las entidades bancarias con respecto a sus clientes, la presión ejercida sobre sus propios empleados para colocar los productos de máximo riesgo incluso mintiendo y engañando la buena fe tanto de clientes como de empleados, en ocasiones, y utilizando su codicia en otras, cualquiera puede imaginar por donde vienen los tiros.

Tema de rabiosa actualidad en España, donde los propios bancos que nos ejecutan y nos desahucian quitándonos todo, son premiados por el gobierno y rescatados con el dinero de todos para que sigan sobreviviendo tanto las entidades como sus accionistas, mientras sus ejecutivos cobran sueldos e indemnizaciones estratosféricas que se han denunciado y que están siendo juzgadas y condenadas por los tribunales de justicia.

Opera prima al nivel de las grandes producciones norteamericanas, con claro sabor a ser exhibida en las salas de todo el mundo por su enorme calidad y made in Spain. ¿Se puede pedir más?

Notable, 8.