Sean Penn se embarca en este producto de acción que tibiamente denuncia los abusos de las grandes multinacionales en los países del tercer mundo para quedarse con sus productos naturales, en este caso minerales, como el preciado "coltán", ese mineral compuesto por columbita y tantalita, de color negro o marrón muy oscuro, que se utiliza en microelectrónica, telecomunicaciones y en la industria aeroespacial, que es muy escaso y se encuentra en el Congo, auspiciando guerras civiles y disfrazando sus actividades con ayuda humanitaria a las víctimas de las guerras tribales.

Sin embargo, todos los buenos deseos de Pierre Morel, su director, a pesar de contar en su currículum con la estimable "Venganza", no llegan a buen puerto. Ni Sean Penn, al que se le ve hastiado durante todas las escenas, no sé si por la película o porque su carácter ha devenido en ello, y parece incómodo durante todo el rodaje en esta película de acción que no le sirve, como a otras viejas glorias, de vehículo para resaltar una madurez bien llevada, ni la historia subyacente, ni mucho menos la historia de amor, dan para mucho más que un aprobado, a pesar del excelente elenco de actores como nuestro Javier Bardem con un papel socarrón y extravagante, ni el resto encabezados por Idris Elba, Ray Winstone, Mark Rylance, y Jasmine Trinca.

Aunque no venía a cuento, y rodada en sus mejores escenas en la ciudad de Barcelona y en "la Monumental" de la Ciudad Condal donde tiene estimables escenas que me traen un grato recuerdo me sugieren que le dé un aprobado, un 5.