La zarabanda es una danza lenta escrita en compás ternario. Cadenciosa, simple y compleja; intensa. Justo como esta película mal nombrada pequeña. Posee, tal vez, algunos de los mejores diálogos que se hayan escrito para el cine; es una película de diálogos. También lo es de gestos y de miradas. Un precioso legado para la posteridad. No; un precioso remate a un gran legado.