Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
Ciencia ficción. Thriller. Romance La Tierra ha sido invadida por unos seres que se alojan en el cuerpo de los hombres y controlan sus mentes. Para Wanderer, la criatura que habita el cuerpo de Melanie, no es fácil acostumbrarse a soportar emociones, sentimientos y recuerdos demasiado intensos, pero la principal dificultad consiste en que Melanie lucha por conservar el control de su mente llenándola con recuerdos de Jared, el hombre que ama. La intensidad de estos ... [+]
1 de abril de 2013
59 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hola, soy Wanderer y no me llames ‘Cosa’ ni muchos menos La Cosa —que la cacho perra de copiona nos demanda encima por ©opyright—. Llámame Wanda… —y no porque el chocho me huela a lavanda—. He decidido empezar a escribir este diario para narrar mis desgracias en el planeta Tierra repleto de murales de luciérnagas, Metadonas sin cajas y chiringuitos de la resistencia. Sí, soy alienígena y me dicen mucho que soy un ‘alma’… aunque simplemente sea una ameba Gusiluz —sin pilas, que conste—. Tengo 1.000 años, soy viajera de mundos y pensaba que era muy viejuna y especial hasta que descubrí que en vuestro planeta habitaba gente como Marujita Díaz o Sara Montiel que tienen más años que Cleopatra. Desde que yo y mis amigüitos llegamos el mundo es perfecto: no hay malos rollos, nadie ve la televisión y no hay más ediciones de ‘Gran Hermano’. ¿Lo malo? Vivimos en un remake de “La invasión de los ultracuerpos” patrocinado por FleZzzzZzzZ. ¡Y encima ya no se hacen películas! ¡Jopelines! Y yo que pensaba que podría vender los derechos de mi diario…

Me echaron Vick VapoRub en versión Relfex de Dior y me quedé maravillosa y estupenda. Sí, en este nuevo mundo te llaman curandero por apretar un espray de mierda. No puedo imaginar una nueva carrera de medicina: cinco años matándote a estudiar para hacer un fus-fus en la chepa de un ultracuerpo y pa’ casa. No tenemos vainas pero sí bolas chinas a propulsión sideral que somos muy guays: hemos tuneado la carrocería de los coches con antibalas y en ese metálico sideral o blanco a juego con nuestra ropa que parece de un anuncio de detergentes. Lo que no puedo entender es cómo unos alienígenas tan pacifistas como nosotros invadimos a unos tipos que llevan armas de fuego hasta para hacer la compra en el Carrefoul y que responden tan violentamente con gritos o chillidos al escuchan a Justin Bieber. No lo entiendo… pero, bueno, ya estoy aquí voy a disfrutar, ¿no?

Yo quería protagonizar una anuncio Loreal patrocinado por Stephenie Meyer y acabé haciendo un remake de “Este cuerpo no es el mío”. ¡Qué pesada que es la Melanie! Normal, tiene nombre de choni… En el que fue su cuerpo estamos ahora las dos y divididas. Tampoco entiendo mucho ese saludo terrícola que se basa en abofetearme... Además, no comprendo por qué nos odian… ¿No eran ya los chonis suficientemente alienígenas? ¡Venimos de otro mundo para que vayan a la moda y no del Bershka del rastrillo, desagradecidos!

Luego hay dos maromos… Uno es el cani que está colado por la Melanie y el otro me mola a mí. Es el mismo tipo que intenta matarme un día… al día siguiente me quiere matar a polvos… ¡Y eso me encanta como ameba! Las amebas únicamente pueden capturarse con amabilidad y HAMOR… pero aquí con vergüenza ajena y ronquidos. ¡Ronca! ¡Ronca! ¡Suplica que vuelva Melanie para roncar otra vez! Mi vida es un coñazo soporífero… Pero, ¿qué esperabais de una ameba que controla a una choni en un mundo de amebas y de ultracuerpos pacifistas?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow