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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
4
Thriller. Intriga El profesor de simbología religiosa Robert Langdon, absorto en la investigación de una antigua secta satánica, la de los "Illuminati", busca el arma más mortífera de la humanidad (antimateria), que algunos miembros de esta secta han introducido en el Vaticano. Langdon y una científica italiana se lanzan a una carrera contrarreloj para evitar el desastre. Tras "El código da Vinci", Tom Hanks vuelve a interpretar al profesor Langdon. (FILMAFFINITY) [+]
13 de febrero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo único que me sorprende de todo el batiburrillo de Ron Howard es el peluquín de Tom. Siempre en su sitio: ya sea en movimiento, mojado o en plena faena. No como todo lo demás: adaptación bastante infiel y emulando un episodio de “24”.
“Ángeles y demonios” es mucho mejor en todos los aspectos que la prescindible, sosa y aburrida “El código Da Vinci” pero ha recaudado mucho menos, lo cual me hace pensar lo poco que importa el interior sino el envoltorio o las amenazas de muerte de ciertas escisiones talibano-católicas.
Si en las aventuras de Robert Langdon por Paris el único recurso narrativo era machacón y repetitivo, aquí todo se basa en un casting de feos: en todas las secuencias nos inundan una reptación de planos de gente sospechosa: fea y/o inmigrante… ¡Cuando ya hemos visto la cara del culpable!

Aparte de Illuminatis, muertes papales y patadas a la antimateria hay poco cine y mucha morralla. La lucha y conflicto es que la ciencia y la religión pueden coexistir. Que ‘Sobre la teoría de la relatividad especial y general’ de Albert Einstein puede estar cerca de ‘La Biblia’ sin que se desintegre ninguno de los dos, a menos que el librero o bibliotecario de turno mande a ambos e imprescindibles bestsellers basados en la fe física y espiritual, respectivamente, al basurero más cercano.

No sé dónde han ido los 150 millones de dólares de presupuesto. Supongo que en el sueldo de Tom Hanks, en neumáticos de coches porque sólo hacen derrapes y sobre todo en el peluquín de Tom, que es de marca y hecho de antimateria intríseca. De eso, seguro.

P.D.: No sabía que quedasen fans de Tom Hanks vivos. Pensaba que habían muerto todos de aburrimiento en “El código Da Vinci”.
Maldito Bastardo
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