La película trata sobre las reglas: si metes en un monovolumen familiar con la hija de Don Draper la palmas casi-fijo. Si “La ruta natural” trataba de romper las reglas y ser, por lo tanto, un acto (cinematográfico) suicida, en “Infectados (Carriers)” se somete a cánones que acaban envenenando la propuesta. Hemos visto pasajes del filme de Àlex Pastor y David Pastor en otras tantas películas de futuros postapocalípticos, que conocemos cada resorte y reverso: la deshumanización en un mundo deshumanizado. Puede interesar su tratamiento por construir mecanismos de tensión y suspense sobre acciones comunes. Si vas a plantar un pino sin Chris ‘Pine’… mueres…

El orden natural de la cosas contrasta con revolucionar lo cotidiano. Los virus y contagios en un juego de engaños y desesperación pueden ser suficientes alicientes para una cinta que intenta matizar sin destacar. Plegada sobre una fotografía familiar y un escenario idílico del pasado, la historia de dos hermanos con roles antagonistas es netamente natural y conocida para el espectador. Cambio de roles y evoluciones, víctimas que acabarán convertidas en verdugos y un desenlace El filme en sí mismo es un cliché pero denota cierta vocación de intentar escapar a su destino. Como si fuera un moribundo infectado que conoce su fin.

El ‘survival-horror’ es trastocado en un drama con componentes relacionales y roles grupales. Que los directores hayan estrenado “Los últimos días” en 2013 da cierta impresión de boceto previo e intención de perfeccionamiento posterior. Como un virus mutado, parece deficiente en su drama —pese a su clara propensión dramática— y a dibujarse a sí misma en las pautas víricas: la finalidad del escape con destino conclusivo. Tan árida como sus paisajes, “Infectados (Carriers)” queda como una película de intenciones por encima de sus resultados.