Después de “Precious” y “The Blind Side” llega la próxima nominada a 2.589.589.889.479.478.894.478.589.878.787.878.764.478.894.478.214.487.478.123.548.988.88
9.897.715.789.321.657.987.745.657.687.213.546.697.616.687.987.145.658.687.844.654.541.47
8.787.878.764.478.894.478.214.487.478.123.548.988.889.897.715.789.321.657.987.745.657.68
7.213.546.697.616.687.987.145.658.687.844.654.541.479.789.522.695.654.645.632.479.489.53
2.695.654.645.632.214.325.355.789.879.984.648.967.651.355.354.599.984.658.957.651.325.35
4.589.658.698.745.654.321.254.325.698.547.987.874.878.987.587.214.325.673.289.3259.983.6
89.988.789.889.897 millones de Oscars.

Y porque no está la Bullock… que si no aumentaríamos la cuenta en 1.458.878.787.878.764.478.894.478.214.487.478.123.548.988.889.897.715.789.321.657.987.74
5.458.687.213.546.697.616.687.987.145.658.687.844.654.655.479.789.522.695.654.645.632.47
3.689.988.789.889.897 millones de Oscars más.

Con tanto número uno pierde la cuenta y le falta espacio para las letras y formar palabras; queda expulsado de la propia historia y recurrirá a los clichés que la componen para describirla. Seamos francos: “Precious”, “The Blind Side” y ahora “Criadas y Señoras” son las películas perfectas para figurar en cualquier ceremonia de premios. Harían llorar y emocionarse hasta al Ku Klux Klan por lo que no hay mucho que discutir. Viola Davis, si sigue la tradición de Mo'Nique y Bullock, conseguirá su Oscar y confirmará que los números nunca engañan. Da lo mismo que la dirija mi madre porque esta adaptación de la exitosa novela de Kathryn Stockett ha sido, es y será un éxito: por el tema, porque ha arrasado en la taquilla americana y porque, admitámoslo, es tan blanda y dulce como típica. ¿¡Y a quién no le gusta ni le amarga un dulce!?

Todo huele a nominación a estatuilla pero también a taza de váter y mojón, único recurso cómico que parece tener el guionista y director Tate Taylor. Esa reivindicación de igualdad de derechos precisamente queda reducida en aquello que nos hace iguales a todos, independientemente de la raza, género o inclinación sexual: el mojón. “Criadas y Señoras” nos indica que en esa época daba lo mismo ser una mujer blanca que negra: tu realidad estaba impuesta por la sociedad que te rodeaba… y los mojones también, claro. Aunque aquí todo lleva azúcar: los mojones, las enfermedades, la bruja maléfica y villana (que es muy-mala-muy-mala-mala-mala) y gente buena y simpática… negra y blanca… para no ofender a nadie y ser lo suficientemente 'inteligente', y 'amable'… para llegar a ser 'importante'.

Sinceramente, yo sólo recordaré “Criadas y Señoras” cuando vaya al baño o pida de postre tarta de chocolate. Las cosas dulces y los mojones como son… y mejor que sean por separado aunque Tate Taylor se empeñe en juntarlos en el mismo y tierno pastel.