Desde la muerte de John Hughes en 2009 se ha asociado cualquier acercamiento cómico a los 80 con el director de “El club de los cinco”. Series como “La chica invisible (Awkward)” de la MTV, “Llévame a casa nena” o incluso la española “Promoción fantasma” han recibido tal etiqueta. Aunque resulta curioso que el mejor y más jugoso homenaje a los 80 ya estaba hecho con “Supersalidos”… en 2007.

La película se lee a sí misma en esa repetición de la anécdota de Anna Faris y su prometido. Una y otra vez, lo mismo. Los mismos esquemas, personajes y situaciones. Sabemos que no va a faltar fiesta aunque, al menos, la piscina ha sido sustituida por una cama elástica para evitar el cliché. “Llévame a casa nena” habla de saltos en la vida, de miedos e inmovilismo. Ni el típico discurso del protagonista funciona… efectivamente se va «a la mierda».

Cuando una película es superada por su banda sonora, simplemente queda evocar los recuerdos que produce. ¿De verdad que N.W.A eran ‘cool’ para los blanquitos en aquella década? Y, después, los momentos:

- Llega la rubia: ‘Bette Davis Eyes’ de Kim Karnes.

- La coca me vuelve loca: ‘Safety Dance’ de Men Without hats.

- Duelo de baile: ‘What You Need’ de INXS.

- Miramiento de tetas: ‘Let my love open the door’ de Pete Townshend.

Poco más remarcable en una película que ha comprado un lujoso marco pero se ha olvidado de enseñar un cuadro perdurable en su interior. “Llévame a casa nena” acaba siendo simplemente una acuarela ochentera en un día lluvioso.

DETECTOR DE NERDS: Si ve con alguien la película y se queda con el teléfono de la protagonista sabrá que es un nerd.