Más allá del descanso eterno hubo un cine en los ochenta mucho más imaginativo que el actual que empleaba otros códigos. Que no trataba al espectador como un ***** pasando por caja. Posiblemente “Muertos y enterrados” no quedará como un clásico de esa década pero los guionistas de “Alien” supieron realizar un cruce imposible entre “Yo anduve con un *****” y “Blade Runner”.

Gary Sherman inicialmente la concibió como una comedia negra pero finalmente el filme sufrió cortes y muchas secuencias fueron acortadas resaltando aquellas más violentas o retocándolas en el montaje. Sí, nuevamente la industria trata a un director de cine como un *****.
Nos quedaremos con las ganas de ver un director’s cut aunque quedan resonancias en su atmósfera. Podría ser más inteligente y buscar otras lecturas pero finalmente resulta bastante previsible y tramposa. Vamos, que el concepto de replicante es ser un *****.

A veces películas así deberían desobedecer las órdenes de su título y estar poco muertas y mucho menos enterradas.