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Voto de Mauro D:
9
Animación. Aventuras. Comedia 1959, Inglaterra. En el gallinero de la Granja Tweedy, la gallina Ginger sueña con un espacio más amplio y con la libertad. Cada día, intenta sin éxito escaparse del corral. La valiente Ginger se arma de paciencia y trata de hacer comprender a sus emplumadas amigas que la verja no está en torno a la granja, sino en sus mentes. Sus esperanzas se renuevan cuando un gallo americano, Rocky, aterriza en el corral. Ginger ve entonces en él al ... [+]
16 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde que era pequeño, siempre me atrajo el estilo de stop-motion de los estudios británicos Aardman que veía a través de los cortos de Wallace y Gromit: el material del que están hechos sus muñecos, su tan característico diseño de ojos saltones y grandes bocas, y animación y más. Y, por eso, me interesaba muchísimo su primera película, Chicken Run, Evasión en la Granja (aunque tardara un poco en verla entera). Pero, al verla, vi que la película no solo me gustó por los elementos ya mencionados, sino también por su historia y personajes.

En una granja de Yorkshire en 1959, unas gallinas están obligadas por los granjeros a poner huevos día a día para no morir cuando ya no ponen. Es por esto que Ginger, una gallina decidida, está dispuesta a sacar a todas las gallinas de la granja de los Tweedy. Después de intentar con numerosos planes fallidos, prueba con un último plan de sobrevolar la valla con la ayuda de Rocky, un gallo americano circense que dice volar y que se compromete a enseñar a las gallinas esta habilidad a cambio de que lo oculten de la gente del circo que lo andan buscando. Mientras, la Sra. Tweedy, harta de perder dinero con el negocio de los huevos (sin segundas) decide cambiar a otro negocio que le dé más beneficios a la vez que se libra de las gallinas.

La historia de la película es brillante, tenemos a unos personajes con un objetivo claro y las vemos intentar llegar a él a través de todos los medios posibles mientras se va construyendo entre los personajes una muy buena relación. Lo que fui descubriendo con los años fue la inspiración que se tomaron Peter Lord y Nick Park, sus directores, para construir el mundo de la película, cogiendo un ambiente que recuerda a los campos de concentración nazis con una trama que es un buen homenaje y parodia a la película La Gran Evasión de John Sturges.

Los personajes son maravillosos. Ginger es una personaje que, pese a las adversidades que se encuentra por el camino, no desiste y siempre encuentra la manera de seguir adelante para conseguir sus objetivos, Rocky es un golfo que se aprovecha de las gallinas para mantenerse a salvo de quienes lo buscan pero, además, les da a las gallinas algo de diversión para relajarlas de tanto peligro. La Sra. Tweedy creo que es la mejor villana que ha hecho Aardman en todas sus películas. Aunque su objetivo es ganar mucho dinero con la granja y sus gallinas, en todas las escenas en las que aparece ejerce perfectamente su rol de villana y muestra su lado más mezquino en todas las escenas, siendo la tercera parte en donde saca a relucir toda su maldad y en cuando al sr. Tweedy, es un personaje gracioso y el único que sabe lo que realmente está pasando pero es ignorado por su mujer y las gallinas de toman el pelo. Incluso los alivios cómicos de la película, Nick y Fetcher, dos ratones que pasan material de contrabando a las gallinas, se ganan las escenas en las que salen por sus chistes y, sobre todo, por el magnífico trabajo de doblaje que realizan Guillermo Fesser y Juan Luis Cano, el dúo cómico Gomaespuma.

La animación, como ya he dicho, es uno de los aspectos que más me gustan de la película. Además por el estilo tan característico de Aardman que tanto me encanta, su animación stop-motion ha envejecido realmente bien 21 años después de su estreno y eso se puede comprobar con la trepidante escena que tiene lugar dentro de la máquina de los Tweedy y en el tercer acto de la película. La banda sonora corre a cargo de John Powell y Harry Gregson-William entregándonos excelentes piezas musicales que desprenden aventura y toques de ejército que le sienta de fábula a las escenas que acompaña. Y, por último, el doblaje de la película es de 10, con todas las voces encajando a la perfección en sus personajes, entre las que encontramos a las de Olga Cano, Ramón Langa, Claudio Rodríguez, Amparo Soto y Eduardo Moreno incluso las de los startalents que contrataron, los ya mencionados Gomaespuma, una muestra de que, a veces, unos muy buenos startalents aportan muchísimo a la película a la que doblan.

En definitiva, Chicken Run, Evasión en la Granja es un clásico dentro de las películas de animación stop-motion, con una muy buena historia, personajes carismáticos, divertidos y memorables y una excelente animación stop-motion. Dentro de nada tendremos la secuela de esta película que llegará 22 años después de su antecesora y esto puede que salga bien si siguen con la misma inspiración que hace 20 años o que salga mal ya que los años pueden sentarles mal. Lo que sí sé, es que siempre puedo volver a disfrutar de esta joya animada.
Mauro D
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