Se cuentan por docenas las películas que hay de este estilo. Ese género auto-denominado 'de sobremesa' cuya calidad cinematográfica suele ser bastante mala y que suele verse emitido en televisión los fines de semana por la tarde. Justo ahí es donde podemos ubicar ''Mudanza mortal'', pero en su favor hay que decir que da un paso más allá. Trata de ofrecer algo y, por lo menos, es cumplidora.

La trama es sencilla, no inventa nada, pero consigue enganchar y hacerte pensar algunas cosas que van pasando. Lejos de ser nada ingenioso se sale del patrón establecido y queda un producto bastante resultón. El ritmo es bueno, entrando rápido en materia y manteniendo la tensión hasta casi el final, donde desvelan todo.

Los actores, entre los que destacan sus protagonistas, Ashley Greene y Shawn Ashmore, están bastante bien, de hecho son creíbles. Tiene momentos donde los manejan algo mal, pero en general son cumplidores. Dan el pego con los papeles que desempeñan y eso ya es bastante decir ante un producto de estas características.

El terror que ofrece no es terror repleto de 'jumpscares', de hecho los tiros no van por ahí. Intenta crear atmósfera, el mejor de los terrores en mi opinión. ¿El resultado? Pues bastante bien. Tampoco es la nueva obra culmen del género, para nada, pero lo que intenta le sale bien.

En resumen ''Mudanza mortal'' es cine de sobremesa pero con una pizca de saber hacer. Sirve para echarse un par de horas distraído, pero no le pidáis mucho más. Engrosa el catálogo de Netflix como tantas otras, pero sinceramente, he acabado bastante satisfecho con lo que he visto. Si estáis en ese punto la podría recomendar.

Lo mejor: Es entretenida y algunos momentos de tensión bien ejecutados.
Lo peor: Nada especial.

* Un 5 *