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España España · Donostia
Voto de Jmpg2012:
7
Thriller Anna, Georg y su hijo Georgie van a pasar las vacaciones a su bonita casa a orillas de un lago. Sus vecinos Fred y Eva han llegado antes que ellos. Las dos parejas quedan para jugar al golf al día siguiente. Mientras padre e hijo preparan el velero, Anna prepara la cena. De repente, Peter, un joven muy educado que se aloja en casa de los vecinos, se presenta para pedir que le presten algunos huevos porque a Eva no le queda ninguno. De ... [+]
28 de noviembre de 2014
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Michael Haneke no es un director convencional. El juego más divertido de Funny Games es el que se establece entre el espectador y el director, rompiendo el pacto de identificación o inmersión del espectador en la película. Dejando la convención al descubierto. Jugando con ella, apostando con el público, interpelándole, censurándole tácitamente su voyeurismo. El espectador es invitado a una función que se desvela ficción. Un convite a la complicidad del sadismo desplegado por la pareja de jóvenes.




Hacia la media hora de película, Paul, el asesino apuesto –el otro es “bola de sebo”-, guiña el ojo al espectador, que se siente invadido en su comodidad. Desde luego, no es la primera vez que un actor mira a cámara desvelando el artificio, pero el juego más allá cuando el mismo actor rebobina su propia película para enmendar una acción que le llevaba a un final inesperado.

Haneke juega con la realidad y la ficción. Al final de la película, mientras los dos jóvenes asesinos navegan divertidos, comienza un metadiálogo:



-Pero la ficción es real, no?

-Que quieres decir?

-Tu la viste en la película, no?

-Si, por supuesto.

-Entonces es tan real como la realidad
que tú ves igualmente, no?



Quitando esta metáfora autorreferencial –que es mucho quitar-, la historia de los psicópatas desplegando todo su sadismo en la arcadia de un lago austríaco no está mal contada. Carencia de música incidental, buena creación del ambiente y del ritmo, etc. Hay un largo plano secuencia tras el primer "punto álgido" -que está narrado en riguroso off, mientras Paul prepara indolente un tentempié en la cocina- . Es una escritura personal y no carente de interés, aunque con una excesiva presencia del ego del director, nominándose como iconoclasta a cada plano.
Jmpg2012
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