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Acción. Thriller
Película basada en el anti-héroe de Marvel Frank Castle, también conocido como "El castigador". Continuando su cruzada para castigar a criminales violentos en América, el agente del FBI Frank Castle (Ray Stevenson), llega a Nueva York en busca de un jefe que controla los bajos fondos de la ciudad. (FILMAFFINITY)
13 de agosto de 2009
0 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando nos disponemos a ver una peli de acción, pocas veces nos encontramos con una obra maestra del género (casos como la saga de Bourne, "Casino Royale" o "El caballero oscuro" son, por desgracia, muy poco comunes). Lo más normal es que el film pueda resultar, como mucho, un truñon efectista y más o menos entretenido (pónganse como claros ejemplos de ello: Stealth, A todo Gas, XXX, Transporter y todas sus secuelas). También es cierto, que con un pelín de mala suerte, y algo de desconocimiento, nos estaremos tragando una soberana mierda que tendrá la sobrenatural capacidad de aburrir a las ovejas, a las cabras, a las vacas y hasta a los muertos del cementerio del pueblo (entiéndase como ejemplos de estas últimas, las obras completas de grandes paralíticos faciales de la historia del cine como Chuck Norris, Steven Seagle o Jean-Claude Van Damme). Si a toda esta información le añadimos, además, la ardua tarea de adaptar un cómic como "El castigador" de la Marvel, el delirio padre está servido.
En llegar a nuestras pantallas la primera parte de "The Punisher" ya sabíamos todos (y el que no, era un pobre imbécil) que no se trataba de una peli con un enorme presupuesto y que no pretendía romper moldes como sí había conseguido la famosa saga de "Spiderman". El que iba al cine con la idea de ver una sencilla peli de acción de serie B sobre un expoli, que después de ver como asesinaban a su familia, se transformaba en un oscuro y violento vengador para castigar a todos los malhechores de la tierra, pues salía de la sala contento, y es que la peli en cuestión daba lo que prometía: violencia, venganza y acción. El que iba con las pretensiones de ver una película que tratara sobre la complejidad moral e intrínseca del pensamiento humano, tenía que cambiar de camello.
En esta segunda parte sobre las aventuras de "El castigador" se le cambia la cara al prota y se le pone la de un señor (que no actor) que se le parece más, un tal Ray Stevenson. El tío es mucho más rudo, mucho más grande, mucho más fuerte y mucho más tosco que Thomas Jane. El problema es que el pobre hombre, con todo su escultural y sobredimensionado cuerpo, es el mejor y más digno heredero de la famosa parálisis facial antes mencionada. El tío no da ni para mover un triste músculo en toda la peli..., (bueno, alguna vez levanta el labio superior para enseñar los dientes en señal de ira y/o cabreo, pero poco más...).
Para más inri, en esta ocasión, el malo de turno corre a cargo de un deprimente Dominic West, que no le llega ni a la suela del zapato al interpretado por Travolta, y eso que este tampoco hacía alarde de unas enormes dotes interpretativas en la primera parte, pero en fin... se ve que el pobre Jigsaw no daba para más.
(SIGO EN ZONA SPOILER... PERO POR FALTA DE ESPACIO... NO HAY SPOILERS)
En llegar a nuestras pantallas la primera parte de "The Punisher" ya sabíamos todos (y el que no, era un pobre imbécil) que no se trataba de una peli con un enorme presupuesto y que no pretendía romper moldes como sí había conseguido la famosa saga de "Spiderman". El que iba al cine con la idea de ver una sencilla peli de acción de serie B sobre un expoli, que después de ver como asesinaban a su familia, se transformaba en un oscuro y violento vengador para castigar a todos los malhechores de la tierra, pues salía de la sala contento, y es que la peli en cuestión daba lo que prometía: violencia, venganza y acción. El que iba con las pretensiones de ver una película que tratara sobre la complejidad moral e intrínseca del pensamiento humano, tenía que cambiar de camello.
En esta segunda parte sobre las aventuras de "El castigador" se le cambia la cara al prota y se le pone la de un señor (que no actor) que se le parece más, un tal Ray Stevenson. El tío es mucho más rudo, mucho más grande, mucho más fuerte y mucho más tosco que Thomas Jane. El problema es que el pobre hombre, con todo su escultural y sobredimensionado cuerpo, es el mejor y más digno heredero de la famosa parálisis facial antes mencionada. El tío no da ni para mover un triste músculo en toda la peli..., (bueno, alguna vez levanta el labio superior para enseñar los dientes en señal de ira y/o cabreo, pero poco más...).
Para más inri, en esta ocasión, el malo de turno corre a cargo de un deprimente Dominic West, que no le llega ni a la suela del zapato al interpretado por Travolta, y eso que este tampoco hacía alarde de unas enormes dotes interpretativas en la primera parte, pero en fin... se ve que el pobre Jigsaw no daba para más.
(SIGO EN ZONA SPOILER... PERO POR FALTA DE ESPACIO... NO HAY SPOILERS)
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spoiler:
Mención a parte merece el hermano del malo, interpretado por un lamentable, patético e hiperactivo Doug Hutchison, que llega a resultar realmente vomitivo y cargante (y con esa cara de subnormal que tiene dan ganas de apedrearlo violentamente cada vez que aparece en pantalla). Yo me pregunto, en vez de morir dos actorazos como Brad Renfro y Health Ledger de sobredosis, ¿podrían haber muerto este y Matthew Broderick, no? Seguro que el mundo del cine lo hubiera agradecido... y yo también.
Los secundarios del film son más patéticos si cabe que los comentados hasta el momento con lo cual no voy a hacer mención alguna para ninguno de ellos.
En resumen, nauseabundamente interpretada, horripilantemente doblada y nefastamente ambientada. Lo único de bueno (si es que se le puede llamar bueno) son un par de escenas de acción flipadillas y violentas como por ejemplo la del principio y la del final. Y, sinceramente, tener que esperar más de una hora de film para ver diez tristes y rancios minutos de acción me ha parecido una gilipollez como una casa y una perdida de mi valioso y querido tiempo.
Cuando queráis ver una adaptación entretenida (que no buena) de "The Punisher", mejor miraros la del 2004, que por lo menos se deja ver y os reiréis un rato, aunque Thomas Jane no se parezca al castigador más que en la camiseta que luce. Por lo menos, el pobre muchacho, tiene la suerte de no padecer de una parálisis facial galopante y además es mejor actor.
Me niego a volver a hablar de los malos.
Los secundarios del film son más patéticos si cabe que los comentados hasta el momento con lo cual no voy a hacer mención alguna para ninguno de ellos.
En resumen, nauseabundamente interpretada, horripilantemente doblada y nefastamente ambientada. Lo único de bueno (si es que se le puede llamar bueno) son un par de escenas de acción flipadillas y violentas como por ejemplo la del principio y la del final. Y, sinceramente, tener que esperar más de una hora de film para ver diez tristes y rancios minutos de acción me ha parecido una gilipollez como una casa y una perdida de mi valioso y querido tiempo.
Cuando queráis ver una adaptación entretenida (que no buena) de "The Punisher", mejor miraros la del 2004, que por lo menos se deja ver y os reiréis un rato, aunque Thomas Jane no se parezca al castigador más que en la camiseta que luce. Por lo menos, el pobre muchacho, tiene la suerte de no padecer de una parálisis facial galopante y además es mejor actor.
Me niego a volver a hablar de los malos.