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Voto de Archilupo:
7
Comedia. Drama Cuando Andy Kaufman era un niño ya le gustaba organizar espectáculos de variedades, aunque no tuviera público. De adulto empieza a destacar como humorista y es descubierto por el cazatalentos George Shapiro, que le consigue un papel en "Taxi", una famosa serie de televisión, en la que, gracias a sus dotes cómicas, alcanza una gran popularidad. A pesar de ello, se plantea nuevos retos: con su colega Bob Zmuda crea el personaje de Tony ... [+]
11 de febrero de 2010
100 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Con su vida de exilios, Forman se interesó por personalidades singulares, límite, en conflicto con la sociedad: la locura en el nido del cuco, la genialidad exuberante de Mozart, el obstinado pornógrafo Larry Flint.

El insólito Andy Kaufman, que murió joven (1949-1984), fue considerado una especie de humorista conceptual: “duende nihilista”, “guerrillero zen”, “cómico dadaísta”, “primer verdadero artista del performance”…


2) La película juega al principio con el lenguaje cinematográfico, llamando la atención sobre el hecho de la representación. Arranca con un falso final, cuyos créditos se atascan. Una casera filmación en super8 introduce luego la infancia del personaje en Long Island: un niño que juega y habla solo, imaginándose en medio de escenas.


3) De joven, sus actuaciones son patéticas. Carece de picardía y malicia, de un sentido del humor que pueda compartir con el público.

Al optar, a la desesperada, por la libertad y la extravagancia, la cosa cambia.


4) Kaufman no quería ser cómico sino artista de variedades. Eso sí, la mayor estrella del mundo. Rechazaba las risas enlatadas, las ideas guionizadas, la chistosidad rutinaria.
Con sus ‘performances’, no siempre comprendidas, buscaba que el público viviera toda una experiencia, impactarlo y conmocionarlo. Preparaba provocaciones para pillar a contrapié, romper esquemas mentales.


5) La película se centra en la descripción de los dilemas del artista visceral:

• El de las oportunidades: si aprovechar las que ofrece el sistema del espectáculo y acoplarse a los formatos televisivos, transigiendo con las ideas ajenas.
• El de la personalidad artística: si guiarse sólo por la originalidad, la propia inspiración.
• El del público: si tenerlo en cuenta a la hora de ejecutar las ideas.

Lo cierto es que Kaufman, de quien alguien decía que estaba como un cencerro, y quería ser como un charlatán de feria, chiflado pero brillante, a veces perdía de vista la comicidad, fascinado por la ciencia de la conducta, y tenía rachas autodestructivas.


6) Es un personaje impulsivo e histriónico, a medida para Jim Carrie. Forman saca el mejor rendimiento de su estilo interpretativo y logra con ello una bastante buena película.

(7,5)
Archilupo
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