Aunque pelis de los 80 de la Cannon como "La venganza del Ninja" o "American Ninja", (en la época de la Ninjutsumania), fueran entretenidas, eran poco respetuosas con el arte del Shinobi.

Este film para mí no solo es la mejor peli de ninjas que se ha hecho, sino además una de las mejores con Lambert de protagonista. Puede que no fuera buen actor, pero no entiendo el odio que se le tiene por aquí a este hombre, tenía bastante carisma delante de la cámara. Aunque esta vez su personaje no es el de precisamente un héroe, sino el de ejecutivo que huye por ser testigo de un asesinato.

Se agradece el estilo realista por el que apuesta el director. Coreografías sobrias, sin tiempos-bala, sin fantasmadas, con técnicas menos vistosas pero más efectivas y creíbles. Puede que el ritmo sea algo lento, pero este viaje por Japón que nos presentan (aunque la mayoría fuera rodada en Canadá) es bastante interesante como thriller.

Gran parte del protagonismo se lo lleva un profesor de Kenjutsu (de familia Samurai) en busca de venganza. Que renuncia a cualquier tipo de principio moral (incluso con una masacre en un tren de alta velocidad, brutal escena) con tal de conseguir su objetivo. Kinjo, el maestro Ninja, es un brutal psicópata. Una máquina de matar, al que Lambert tendrá que quitar de en medio, mientras está herido, para librarse de él. Buena actuación de John Lone.

Peli muy infravalorada sin duda. Muy recomendable para amantes de la cultura japonesa.