John se levantó una buena mañana pensando que sería cojonudo hacer una película sobre el libro de su maestro dianético Ron L. Hubbard, así que se puso el traje de don erre que erre y consiguió que alguien le financiase la obra. ¿Qué podía salir mal pensó el bueno de John? ¡Pues todo salió mal querido John! Pues con las premisas iniciales del filme bien planteadas, malignos intergalácticos que asolan la tierra, deberán verse las caras mil años después con el primer "cavernícola" oprimido que se alza clamando venganza.
Así que procedieron a darse un festín de despropósitos y fallos garrafales ¡que mira! dan como resultado una jodida maravilla que un día, si no lo es ya, será un film de culto, para nuestra desgracia, lo es para mal, diabólicamente mal. El artífice de tal "obra suprema" es un tal Roger Christian, capaz de soltar secuencias en cámara lenta de más de un minuto y que en su día fue director artístico de la mismísima Alien, se ve que de trabajar al lado de Ridley Scott no se le pegó nada bueno, pero en fin, qué al tío le iba la marcha y nos regaló Campo de Batalla: La Tierra, ¿acaso alguien iba a recordarlo por lo de Alien? Pues no ¡ea!

Filme delirante donde los haya, una autentica obra suprema del esperpento y que, ¡oye! igual alguien la encuentre un "guilty pleasure" de los buenos. Ingredientes para ello no le faltan. Montaje absolutamente atropellado y surrealista con cambios cromáticos según antojo, sobredosis de planos torcidos o en contrapicado, marcianos en zancos moviéndose ortopédicamente, efectos especiales de segunda B, maullidos barriobajeros por banda sonora, John Travolta pasado de rosca y Forrest Whitaker pagándose la hipoteca, Barry Pepper con cara de estreñido todo el metraje, guion absurdo y argumento más absurdo todavía, bombas atómicas que destruyen un planeta entero como si fuese una piñata llena de caramelos y mucho más... Pero lo mejor de todo, lo más fantástico es que después de 1000 años condenados al pleistoceno los seres humanos aun son capaces de hacer volar un Harrier en siete días, bravo joder, bravo!!