Casi todo el mundo que valora positivamente esta obra destaca la historia de amor y los sentimientos que desprende (y consigue transmitir al espectador), pero un servidor, que ya tiene una edad, me he fijado en algo mucho más interesante.

Es obvio destacar esos amores adolescentes, la bonita banda sonora o una animación detallada y colorista. Pero en medio de todo eso, esparcido entre los diferentes personajes, hay un par de temas mucho más interesantes que no se deben tapar por lo mencionado anteriormente.

El primero de ellos es como gestionar la frustración. Actualmente vemos como adolescentes entran en cólera o dramatizan cualquier mínimo problema, aquí muestran en diferentes personajes que uno debe aprender a aceptar las situaciones que nos plantea la vida.
El segundo de ellos es que las obsesiones son un cáncer. Actualmente no es raro ver como adolescentes se obsesionan con parecerse a un famoso o jugar determinadas horas a su juego favorito dejando de lado todo lo que ofrece la vida. El corto "momentos" que bien puede ser un capítulo final de la serie muestra esto de forma aun más clara y contundente.

Como puntos negativos tenemos el ritmo, que en la segunda mitad de la serie se vuelve lento y repetitivo (el trauma del protagonista está claro, no hace repetir el tema 8 capítulos seguidos).
Otro punto negativo es lo desaprovechado que están algunos personajes como Emi Igawa (la chica pianista) o los padres de Kaori. Esto es relevante por como dije en el punto anterior se usa mucho tiempo en el mismo tema y profundizar en otros personajes hubiera dado más frescura.

En conjunto es una buena serie, con sus fallos y sus dramatismos exagerados de las obras de instituto. No obstante su animación, personajes y música hace que merezca la pena dar una oportunidad a esta obra.