Una de las mejores películas de acción de los últimos años. Guy Ritchie se puso serio, entregó un producto contenido y contundente, con diálogos medidos, sin pamplinas. Jason Statham se incorpora como guardia de seguridad a una compañía de furgones blindados; pronto observaremos que no se trata del típico trabajador.

Los saltos temporales ayudan a disfrazar un argumento simplón, que al fin y al cabo es lo de menos. Lo interesante son las espectaculares escenas, rodadas con nervio, el suspense en torno a lo que está por ocurrir. Es una historia mil veces contada, es cine negro de calidad, directo y sobrio, duro y violento, que no se engaña en cuanto a su naturaleza, sino que la dignifica. Es un Guy Ritchie que vuela alto, que recupera para la ocasión a Josh Hartnett, que dirige como los ángeles. Es un atraco fabuloso, inteligente, salvaje, letal. Un clímax explosivo.