A las 11:45 nos desplazamos al Principal para descubrir una perla muy anticipada por la prensa: El primer hombre/First man, nueva película de Damien Chazelle tras conquistar el mundo con La la land que abrió la última Mostra de Venecia. Neil Armstrong es uno de los astronautas más habilidosos y dotados de la NASA, un hombre frío y obsesivo que no cesa en sus intentos de evolucionar en sus habilidades de amerizaje y despegue de grandes naves, probando mil y un ejercicios de prueba. Le seguimos durante el período de 1961 y 1969, durante el cual él y unos pocos se preparaban para ser los primeros hombres en pisar la luna. Un nuevo retrato del héroe americano, un afectado relato de un hombre sólo en su esfera de obsesión y esfuerzo atrapado en una esfera de observación y estrellato que no comprende, así como una inexistente relación con su mujer e hijos. Cumplen sobradamente, como no podía ser de otra manera, su fotografía y escasa banda sonora, y las secuencias que más destacan son las que incluyen naves espaciales. El reparto está inspirado, en concreto Claire Foy. Pero por lo demás, es un filme fallido. Muy largo, pesado, bebido de sí mismo y soberbio, que no consigue hilvanar una trama plana y lineal con su intención de hacer una película solemne y trascendente, casi Malickiana, de un héroe atormentado. Una introspección y hondura impostada, en un intento de hacer un doble brinco y confirmarse como un gran autor que no le sale. Bien por tempranía en su carrera, o bien por no poseer esas cualidades, Chazelle aún no tiene la madurez creativa para el filme que pretendía. Quiere ir demasiado deprisa, y en un acto de megalomanía fílmica, sale malherido por su propio ego. Película interesante, lejos de ser el gran filme que cree ser.