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Voto de Néstor Juez:
8
7,2
29.032
Romance. Drama
Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al ... [+]
18 de octubre de 2017
7 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras esta grata sorpresa, inauguramos la sección Perlas de este año a las 16:00 en el mismo Teatro Principal para degustar una de las sensaciones críticas del circuito festivalero de 2017, estrenado en Sundance y en la Berlinale: el drama romántico Call me by your name, dirigido por Luca Guadagnino, quién no me convenció en el pasado. En el verano de 1983, el joven Elio (Thimothée Chalamet, excelente) disfruta de las vacaciones en una villa en el campo que sus padres (Michael Stuhlbarg y Amira Casar) poseen en el norte de Italia. Durante unas semanas recibirán la visita de un apuesto y deseado huésped: Oliver (estupendo Armie Hammer), estudiante universitario de su padre. Judío como él, durante estos días de calor, fruta madura, música y deportes, se desarrollará entre ellos una relación muy especial, llena de pasión, deseo y secreto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un vitalista y trágico retrato del amor juvenil y del deseo prohibido, en un perfeccionamiento del estilizado y hipster estilo narrativo de Guadagnino, que aúna en esta ocasión estilo y sustancia con acierto, en un relato que usa el arte y la música para establecer un tono bucólico y cargar de matices su recreación de una época muy concreta, en un paraje idílico de felicidad, placer alimenticio, despertar sexual y entrada en la edad adulta. La partitura de Sufjan Stevens y la fotografía de Mukdeeprom brillan por sí solas, pero quedan supeditados a la eficacia de un guión bien construido y un montaje extenso bien llevado de ritmo que adereza con inteligencia humor, tristeza, descubrimiento personal y dolor. Una historia, todo sea dicho, manejada con poca sutilidad y menos elegancia emocional de la que debería, aunando con su cara más meliflua una poesía y carga conceptual y temática manejada con una teatralidad demasiado peliculera y estilizada, tan ajena a la realidad como en definitiva evidente y sobrecargado. Pero estos defectos y su recreación física bien palidecen ante sus grandes logros visuales y su avasalladora potencia emocional, haciendo de su visionado una experiencia impactante y absorbente, cuya conclusión te aplasta en la butaca. Una de las películas del año.