Un director, tan enfocado en géneros como el musical, demuestra su capacidad de acercarse al thriller o al drama y mostrar su versatilidad en numerosas ocasiones, y Arde Mississippi no es una excepción. La ambientación y la fotografía sientan como un guante a la temática del film, y el dúo interpretativo, especialmente Gene Hackman, están estupendos en esta opresiva y tensa representación de la América sureña y el racismo y sus consecuencias. Reseñar también el buen hacer de secundarios como Brad Dourif o Michael Rooker, a los que les va su rol como un guante, o una joven Frances McDormand que por aquel entonces ya había participado con los Coen en Sangre Fácil pero aun estaba lejos de ser la estrella que es hoy.