Lost in traslation es una película maravillosamente agridulce, como muchas salsas japonesas, como lo es la ciudad de Tokio y como son la mayoría de relaciones humanas que vivimos y que tan espléndidamente refleja Sofía Coppola en esta obra, no sé si decir maestra, pero sí sublime y posiblemente de las mejores de la primera década del siglo XXI. Película simpática, emotiva, bella, trascendente....en definitiva una película redonda.

Cuando se ve una película así, tan perfecta, con tantos ángulos por donde mirarla, es difícil escribir sobre ella. Simplemente hay que verla y volverla a ver cuantas veces nos plazca, paladearla, saborearla, disfrutarla. En ocasiones nos quedaremos con los actores y su historia, principalmente Bill Murray y Scarlett Johansson, que tejen una relación especial, suave pero electrizante, tierna pero calladamente intensa, al mismo tiempo que lidian con sus conflictos personales que les mantienen insomnes durante buena parte de la película.

En otras ocasiones navegaremos por la magnífica banda sonora, realizada en parte por Kevin Shields y completada con canciones de varios grupos como Dirge, Jesus and Mary chain o Air entre otros. Canciones que crean una atmósfera perfecta para envolver esta majestuosa realización que nos ha regalado Coppola y que encajan como anillo al dedo al ritmo y espíritu de la película.

Y cómo no, también nos podríamos quedar otras muchas veces con la ciudad de Tokio, tan protagonista como Murray o Johansson, y en la que pocas veces la hemos visto en el cine tal cual es, con todo su barroco decorado de neón, karaokes y videojuegos; o con su frialdad y pulcritud que asalta a todo occidental que se atreve a visitarla; o con su exótica fauna urbana no exenta de tradición y buenas maneras. En definitiva el film nos muestra una ciudad impactante que nos deja boca abiertos y ojipláticos, es decir "lost in translation".

Quizás sea pronto para valorar en conjunto la carrera cinematográfica de Sofía Coppola, pero puede haber indicios (en los próximos años lo confirmaremos) de encontrarnos con uno /una de los grandes del cine. Podría ser arriesgada mi opinión (no deja de ser una opinión) , pero su corta experiencia (anteriormente Las vírgenes suicidadas, y posteriormente la menos afortunada María Antonieta y sobre todo Somewhere) hacen presagiar un futuro esplendoroso para ella como profesional y para todo aquel que disfrute de su encantadora forma de hacer cine.