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España España · Barcelona
Voto de Cgo00:
7
Drama. Romance Vir (30) y Lluís (32) hace solo un año que salen juntos, cuando descubren que están “embarazados”. Durante 9 meses, seguiremos la aventura de esta joven pareja barcelonesa, el giro enorme que dará su vida, sus miedos, alegrías, sus expectativas y las realidades que, durante su embarazo, crecen ante ellos, intentando aprender a ser tres cuando ni siquiera habían tenido tiempo de aprender a ser dos. Utilizando el embarazo real de la ... [+]
28 de marzo de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El año pasado me llevé una más que grata sorpresa con la película ganadora de la Biznaga de Oro del Festival de Málaga y El Premio Gaudí a la mejor película, “Les distàncies”. Fue mi primer acercamiento “consciente” al cine catalán (recién llegada a Barcelona, me propuse verla en versión original para practicar el idioma, aunque para mi sorpresa buena parte de la película transcurría en otras lenguas). Así que cuando este año descubrí que otra película catalana repetía el doblete, no dudé en incluirla en mi lista de películas pendientes (que aún incluye “Estiu 1993”, con la que empezó esta racha).

No es casualidad que haya comenzado mi crítica mencionando “Les distàncies” ya que algunos de los premios cosechados y el origen catalán no son las únicas coincidencias entre las películas. “Els dies que vindran” también nos ofrece una narración naturalista e íntima, casi a modo de documental, de personas “normales” (entiéndase por ciudadano estándar), perfectamente contextualizados en el momento actual a los que no les pasa nada en absoluto extraordinario. O quizás sí, puede que la vida “corriente” de las personas “normales” sea algo extraordinario, lo más extraordinario, digno de ser contado (en este punto debo confesarme admiradora de este tipo de película, no apta para todo el público). Respecto a la cotidianidad, sólo me cabe añadir que, si además, eres un millennial (como es mi caso), la identificación con los personajes y hechos de la película puede ser total, las situaciones que se plantean, sus preocupaciones y sus sueños podrían ser los tuyos. Al cabo de unos minutos sientes que la película habla de ti, o al menos de gente como tú.

Partiendo del hecho anteriormente descrito, ya se han sentado las bases para que, al menos en mi caso, la inmersión emocional sea completa. Y es que eso es lo que predomina en la película, la emoción. La emoción en torno al hilo conductor de este trocito de vida compartido, que es el proceso de convertirse en padres, reflejado en el proceso de embarazo. Pero aquí es importante entender de quiénes son las emociones que se reflejan. Y es que la película no va de dos personas que van a tener un bebé, nada sabemos de sus biografías individuales, muy poco de otros ámbitos de su vidas (a excepción de los escasos trozos de metraje que nos muestran el impacto del embarazo en su vida laboral, aunque nuevamente para remitirnos a las consecuencias que esto tiene sobre la auténtica protagonista de la película, la relación de pareja). Nos cuenta historia de una pareja que se queda embarazada y de los retos que eso supone, fundamentalmente, como pareja, aquí sí, entendiéndola como la unión de dos personas con dos mundos experienciales diferentes (entiéndase emociones, deseos, frustraciones) condenados a encontrarse. Y es por esos encuentros y esos desencuentros por los que nos lleva esta historia (mencionar que, en este sentido de retrato íntimo de una pareja afrontando un reto del ciclo vital me ha recordado a “Historia de un matrimonio”, aunque menos Holliwoodense).

No obstante, si bien la relación de pareja es la protagonista de la película, o al menos la que dicta los momentos que se cuentan, hay otra relación que también se muestra, aunque de forma casi subliminal y es la relación materno filial (aunque la relación de pareja se la protagonista, para mí el tema central es la maternidad). Y dicha relación es mostrada de forma intergeneracional y esto es, personalmente, lo que más me ha conmovido. Y, como mencionaba, lo hace de forma sutil y esto es lo que me ha parecido realmente valioso. Porque quizás hubiera sido fácil mostrar momentos conmovedores de Vir y su madre intercambiando consejos o temores sobre la maternidad. Pero en lugar de eso, se muestra la conexión a través de una cinta de video, un documental casero sobre otro embarazo, el embarazo que dio vida a la que ahora está embarazada (desarrollo esto mejor en spoiler para no desgranar aquí algunos momentos de la película). Y es precisamente ese documental, que se va superponiendo a la película, el que nos hace pensar que lo que estamos viendo podría ser el documental del embarazo que da origen a una nueva vida.

Habiendo dicho que la película se articula sobre proceso de convertirse en padres, no puedo acabar la crítica sin mencionar como este es mostrado en la película, por ser tantas veces un tema mitificado, representado con un halo de cuento de hadas (especialmente en lo que se refiere a la maternidad y lo que supone para las mujeres). Y es que lo que se muestra aquí sobre este proceso está libre de juicios sobre lo maravilloso u horrible que es, como también lo está el hecho de plantearse abortar ante la noticia del embarazo, mostrado de forma totalmente neutral. En lo que se nos muestra, ir a convertirse en padres no es algo maravilloso u horrible (no polaridad que queda reflejada en las reacciones de las personas con las que comparten la noticia), o más bien es a momentos maravilloso y a momentos horrible, o incluso las dos cosas al mismo tiempo. Sea como sea, es algo que simplemente está pasando, como la vida misma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cgo00
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