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Voto de nicson:
4
7,1
2.019
Drama
La vida de Jeanne Dielman, una joven viuda con un hijo, sigue un orden inmutable: mientras el muchacho está en la escuela, ella se ocupa de las tareas domésticas por la mañana y ejerce la prostitución por la tarde. (FILMAFFINITY)
3 de junio de 2013
40 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
A modo introductorio, cuando a una manifestación artística, en este caso una película, se la define como ‘radical’, uno imagina que es algo extremo. Incluso, daría a pensar, que es antítesis, lo opuesto, a otro tipo de cine. Ahora bien, aunque sea pertinente esta definición de ‘radical’, o que se diga que es ‘diferente’, no necesariamente lo convierte en bueno, en trascendental, o en una obra mayor. Dicho lo anterior, vamos a lo concreto.
No sería errado señalar que una parte del cine de Hollywood, tenía y tiene por fin entretener, a partir de historias dinámicas, algunas con humor, y tramas que se van resolviendo para arribar a finales felices –antes más usual-, reflejando el llamado ‘american dream’. Lo anterior usualmente permite dejar una buena sensación, un buen regusto, luego de su visionado. Creo que si uno toma este patron, ‘Jeanne Dielman’ es radical, como también diferente: una película que casi carece de ritmo, sobre la vida, anodina, de una persona que no escapa demasiado al común –es cierto, con sus peculiaridades– y donde su realismo, y el reflejo meticuloso del quehacer diario de una mujer, deja luego poco lugar para la alegría, o las buenas sensaciones.
Aquí, aunque la película la pueda aceptar como radical o diferente, no veo en ella una obra mayor, ni mucho menos, y trataré de explicarme.
Un artista, para poder ser valorado, debe ser capaz de llegar a la gente. A veces pueden ser por historias, o mensajes, trascendentales; en tanto otras con planteos ‘chiquitos’, pero igualmente con entidad. Acá no veo nada de eso: pareciera que el valor del film radica en que durante 3 horas y media, te muestra con celo y detalle obsesivo las actividades rutinarias de una mujer: preparar la comida, salir y hacer las compras, intercambiar pocas palabras, etc. Aclaro, no es que no hay nada para extraer, ¿pero era necesario ese detalle?.
Vamos más lejos: si todos los films fueran como éste, en unos años el cine iría a la bancarrota, o como mucho, dejaría de funcionar como hoy. Y ello ocurriría porque la mayoría, de ir al cine, no soportaría el tedio y se levantaría de la butaca a la mitad de su visionado. Y esto ocurriría no solo a quien le gusta el cine americano, sino posiblemente a quien le gusta el cine europeo u oriental. El punto es: resulta difícil que alguien siga con celo un film si éste, pese a ser muy extenso, tiene poco para contarme o transmitirme; en su lugar, pocos pensarán en ese momento si el film es radical o diferente.
A modo de comparación, películas como ‘Lejano’, de Ceylan, o ‘El aroma de la papaya verde’, en esta línea, me llegaron: a pesar de contener historias pequeñas, pocos diálogos, reflejos de la cotidianeidad, encontré mensajes entre líneas valiosos, en films que no superan las 2 horas. Esto es, se puede hacer esta clase de cine de autor no obstante incluir aristas de interés.
Como corolario de lo anterior, no puedo asignarle un valor especial a una película por el mero hecho de diferenciarse de las demás; en su lugar, tiene que tener algo para contar, para lo cual el artista –aquí el director- tiene que lograr encontrarse con el espectador. Es interesante que este último planteo lo hizo Andrei Tarkovski, que sabemos hizo un cine no precisamente sencillo de indagar. En el presente caso, dada su desmesurada duración y el escaso mensaje a transmitir –me refiero más en el spoiler– no creo que el film llegue a conectar con la mayoría de la gente, que es una principal razón del título del comentario.
No sería errado señalar que una parte del cine de Hollywood, tenía y tiene por fin entretener, a partir de historias dinámicas, algunas con humor, y tramas que se van resolviendo para arribar a finales felices –antes más usual-, reflejando el llamado ‘american dream’. Lo anterior usualmente permite dejar una buena sensación, un buen regusto, luego de su visionado. Creo que si uno toma este patron, ‘Jeanne Dielman’ es radical, como también diferente: una película que casi carece de ritmo, sobre la vida, anodina, de una persona que no escapa demasiado al común –es cierto, con sus peculiaridades– y donde su realismo, y el reflejo meticuloso del quehacer diario de una mujer, deja luego poco lugar para la alegría, o las buenas sensaciones.
Aquí, aunque la película la pueda aceptar como radical o diferente, no veo en ella una obra mayor, ni mucho menos, y trataré de explicarme.
Un artista, para poder ser valorado, debe ser capaz de llegar a la gente. A veces pueden ser por historias, o mensajes, trascendentales; en tanto otras con planteos ‘chiquitos’, pero igualmente con entidad. Acá no veo nada de eso: pareciera que el valor del film radica en que durante 3 horas y media, te muestra con celo y detalle obsesivo las actividades rutinarias de una mujer: preparar la comida, salir y hacer las compras, intercambiar pocas palabras, etc. Aclaro, no es que no hay nada para extraer, ¿pero era necesario ese detalle?.
Vamos más lejos: si todos los films fueran como éste, en unos años el cine iría a la bancarrota, o como mucho, dejaría de funcionar como hoy. Y ello ocurriría porque la mayoría, de ir al cine, no soportaría el tedio y se levantaría de la butaca a la mitad de su visionado. Y esto ocurriría no solo a quien le gusta el cine americano, sino posiblemente a quien le gusta el cine europeo u oriental. El punto es: resulta difícil que alguien siga con celo un film si éste, pese a ser muy extenso, tiene poco para contarme o transmitirme; en su lugar, pocos pensarán en ese momento si el film es radical o diferente.
A modo de comparación, películas como ‘Lejano’, de Ceylan, o ‘El aroma de la papaya verde’, en esta línea, me llegaron: a pesar de contener historias pequeñas, pocos diálogos, reflejos de la cotidianeidad, encontré mensajes entre líneas valiosos, en films que no superan las 2 horas. Esto es, se puede hacer esta clase de cine de autor no obstante incluir aristas de interés.
Como corolario de lo anterior, no puedo asignarle un valor especial a una película por el mero hecho de diferenciarse de las demás; en su lugar, tiene que tener algo para contar, para lo cual el artista –aquí el director- tiene que lograr encontrarse con el espectador. Es interesante que este último planteo lo hizo Andrei Tarkovski, que sabemos hizo un cine no precisamente sencillo de indagar. En el presente caso, dada su desmesurada duración y el escaso mensaje a transmitir –me refiero más en el spoiler– no creo que el film llegue a conectar con la mayoría de la gente, que es una principal razón del título del comentario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Que a una mujer se la muestre 5 minutos, por decir, preparando unas milanesas en la cocina, sin interrupciones y filmado ello con una cámara fija, ¿qué se puede rescatar? ¿Por qué no 2 minutos?, ¿qué cambia?. En un comentario leí que eventualmente se puede pasar rápido tales partes: es cierto, pero eso refleja un problema de la película, en cuanto a que contiene muchos minutos ‘de más’. ¿Se quiere mostrar con ello, y otras escenas, el sopor y cotidianeidad de esa vida? Bien, pero les aseguro que para reflejar ello no hacía falta que el film durara 3 horas y media. Y agrego: en una escena como la antes planteada me cuesta advertir el mérito de la directora, que lo único que hace es mostrar en la película lo filmado con esa cámara estática, sin interrupciones.
En su lugar, escenas como cuando la mujer lo recibe al hijo, y los encuentros en la cena, lo veo bueno pues refleja la incomunicación entre ellos y su trato distante, lástima que no son muchos minutos del film.
Finalmente, puede que a otros como a mí les ocurriera que esperaran con ansia la parte final de la película para ver si ocurría una ‘vuelta de tuerca’, algo trascendente. Digamos que el final justifica un poco más lo anterior, pero no quita que a la película le sobra más o menos la mitad de su metraje.
En su lugar, escenas como cuando la mujer lo recibe al hijo, y los encuentros en la cena, lo veo bueno pues refleja la incomunicación entre ellos y su trato distante, lástima que no son muchos minutos del film.
Finalmente, puede que a otros como a mí les ocurriera que esperaran con ansia la parte final de la película para ver si ocurría una ‘vuelta de tuerca’, algo trascendente. Digamos que el final justifica un poco más lo anterior, pero no quita que a la película le sobra más o menos la mitad de su metraje.